Cientos de aragoneses salieron ayer a las calles para cumplir la tradición que marca el 5 de febrero. Tras visitar a Santa Águeda, patrona de las mujeres, se han dirigían a su pastelería preferida para disfrutar de la tradicional reliquia. Una de las iglesias más concurridas fue la de Nuestra Señora del Portillo, pero también la de San Cayetano, donde había largas filas de mujeres con dulces y tortas para bendecir. Antiguamente se vendían en las puertas de las iglesias y todavía ayer se pudo ver algún puesto de venta en la calle.