La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha defendido hoy el modelo de organización territorial de España y ha subrayado que "el Estado de las Autonomías funciona", al tiempo que ha rechazado soluciones "mágicas" o "atajos" para su reforma.

Ha sido en la sesión de control al Gobierno del pleno del Senado, en respuesta a una interpelación de la senadora de Podemos María del Pilar Garrido, sobre "la política que adoptará el Ejecutivo para favorecer un mejor encaje constitucional de las distintas regiones y naciones en el Estado".

"El Estado de las Autonomías funciona, con dificultades sí, porque España es un Estado complejo", pero ha alcanzado "grandes niveles de descentralización" y un importante grado de "satisfacción" en algunas cuestiones, ha replicado la también ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales.

Durante su intervención, Sáenz de Santamaría ha puesto sobre la mesa los datos de los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el último publicado hoy mismo, para señalar que los españoles apuestan de manera mayoritaria por el actual modelo de las Autonomías frente a otras opciones territoriales.

Sáenz de Santamaría ha admitido que algunas cosas pueden cambiarse para tratar de mejorar, pero ha apuntado que para ello se necesita un consenso básico suficiente que posibilite modificar la Constitución y que hoy por hoy, a su juicio, no existe.

La Carta Magna, ha esgrimido, es un "marco" y no sirve para imponer un modelo social, ni económico ni territorial.

Se ha mostrado convencida asimismo de que se pueden hacer "muchas cosas" mientras no haya consenso para esa reforma constitucional y ha puesto de ejemplo de modelo de colaboración entre instituciones la reciente Conferencia de Presidentes.

También ha descartado otras vías para cambiar el modelo de organización territorial, como el derecho a decidir que ha defendido la senadora de Podemos y que, según la vicepresidenta, "es sencillamente inexistente" en democracia.

"No creo en soluciones mágicas (...). Creo que muchas veces yendo paso a paso y haciendo gestos políticos se llega mucho más lejos que con discursos grandilocuentes o con grandes reformas constitucionales, que no quieren dejar piedra sobre piedra de lo que construyeron con mucha generosidad los españoles hace no tantos años", ha insistido.

Y para defender su tesis ha echado mano de las palabras del catedrático Alberto López Basaguren o de uno de los ponentes constitucionales, Jordi Solé Tura, contrarios ambos al derecho a decidir, un "eufemismo" con el que, ha recalcado la vicepresidenta, se quiere "vender de manera simple y hasta agradable una idea compleja para que cale mejor en los ciudadanos".

"Pero la formulación simple de conceptos complejos suele ser intencionadamente errónea", ha advertido.

En cambio, la reforma del sistema autonómico es "una cuestión urgente e inaplazable" para la senadora de Podemos, quien ha avisado de que el modelo atraviesa un momento tan "crítico" que existe el riesgo de que conduzca a "una desestabilización general del propio sistema político español".

Garrido ha opinado que el modelo es "ineficiente" y que cada vez está "más alejado de los ciudadanos, de sus necesidades y sus sentimientos", por lo que ha emplazado al Gobierno a dejar de hacer "oídos sordos" a los planteamientos que le llegan de territorios como Cataluña para no seguir "socavando" los cimientos de la convivencia.

En su opinión, la situación actual no ha llegado de repente, sino que es fruto de un proceso en el que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha actuado "poco y mal", con "posicionamiento políticos frentistas poco conciliadores".

"Ustedes avalan un proceso constituyente para hacer todo nuevo", algo que no comparten ni el Gobierno ni el PP, ha zanjado Sáenz de Santamaría, quien ha considerado que la propuesta de Podemos no sirve para unir, sino para desvertebrar el país.