Santi Vila, exconsejero de Cultura de la Generalitat de Cataluña, aseguró ayer en el Juzgado de Instrucción número 3 de Huesca que no entregó los bienes del monasterio de Sijena a Aragón, como le exigía la Justicia reiteradamente, porque se vio atrapado entre las resoluciones judiciales y las exigencias de la legislación catalana en materia de patrimonio y museos.

Esos objetos de arte sacro, que se hallaban custodiados en el Museo de Lérida, serían entregados por orden judicial, a finales del pasado año, al pueblo de Villanueva de Sijena. La Policía y técnicos de la DGA tuvieron que personarse en la sala de exposiciones ilerdense para hacerse cargo de su embalaje y transporte, en una acción que se desarrolló en plena crisis política por la declaración de independencia de Cataluña.

«Las decisiones que tomé tenían que ver con la dificultad de cumplir en su totalidad las resoluciones judiciales, pues el consejero de Cultura debe cumplir también el marco legislativo referente al patrimonio y los museos, dos leyes que son vinculantes», aseguró el exmiembro del Gobierno catalán, a quien se le imputan los delitos de desobediencia y prevaricación.

Vila acudió al juzgado oscense antes de las 10 de la mañana, acompañado por su letrado, Jesús María Silva, que pertenece al equipo jurídico que ha defendido a la infanta Cristina en el caso Nóos.

«QUE QUEDE EN NADA»

El político catalán se refirió a que en su etapa de consejero de Cultura había visitado Huesca y Zaragoza para encontrar una «solución política» al conflicto patrimonial de los bienes de Sijena, que calificó de «tema muy complejo y muy vinculado al sentimiento y la emoción». «Lamentablemente, un acuerdo político entre el Gobierno de Aragón y la Generalitat no fue suficiente y la vía judicial se ha acabado imponiendo», subrayó Vila, que poco antes, en el juzgado instructor, se había negado a responder a las preguntas del abogado de Villanueva de Sijena, Jorge F. Español.

«No me alegro de que las obras hayan ido a parar a Sijena porque la decisión que nosotros intentábamos articular como Consejería de Cultura era una decisión ilustrada y tranquila, con las máximas garantías de conservación y protección y que lleguen al mayor número posible de ciudadanos», manifestó Vila.

En su opinión, los 44 bienes recuperados por Aragón el pasado mes de diciembre, forman parte de una colección, por lo que esta, en beneficio del «relato contextualizado» que se ofrece a los visitantes, no deberían haber abandonado el museo leridano.

Santi Vila señaló que confía en que «finalmente, en la medida en que esta cuestión vaya quedando atrás, acabe en poca cosa o en nada» e incluso que se archive.

Insistió en que la Generalitat cumplió la sentencia «tanto como pudo cumplirla» y en que se cumplieron los requerimientos e informes de sus gabinetes jurídicos, «que no tienen tinte político». Asimismo, denunció que fue «una cuestión muy instrumentalizada políticamente, muy sentimentalizada aquí en Aragón y también en Cataluña, especialmente en Lérida».