El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, consideró ayer que hay que «sacar pecho» porque «la unidad de la izquierda funciona» y lo hace mejor que «en la última década». Así valoraba la aprobación inicial del presupuesto del 2018, en el pleno del pasado lunes, aunque solo 24 horas después criticó uno de los principales escollos de la negociación, la ayuda de 800.000 euros que pedía el PSOE para el Real Zaragoza. Esta enmienda salió adelante pero el primer edil considera ahora que será «dificilísima de aplicar» y que cuestiona todo el apoyo que se le da al deporte de élite en la ciudad por ser una cuantía «desproporcionada».

Además, advirtió al club de que no servirá para hacer fichajes en el mercado invernal y rechazó que sirva para «negocios privados» cuando, además, al club el uso del estadio municipal «no le cuesta absolutamente nada».

La respuesta del Zaragoza fue inmediata. El club expresó su «agradecimiento a la mayoría de grupos municipales» y aseguró que es «rigurosamente falso» queque «dichos fondos vayan a ser invertidos en la incorporación de nuevos jugadores» en enero. Porque, explicó, la actual plantilla y su límite económico «quedaron fijados por la Liga de Futbol Profesional el pasado verano». Cualquier fichaje «que pudiera producirse en las próximas dos semanas estaría soportada por el pequeño excedente presupuestario aún sin disponer, alguna salida pactada o una nunca deseada baja por lesión de larga duración». Así que el dinero, insistió, será para el fútbol base y esa «labor social» con los jóvenes por la que el club «se siente absolutamente legitimado para recabar el apoyo de las instituciones».

La unidad de la izquierda en Zaragoza un día saca pecho del acuerdo presupuestario y al siguiente el alcalde considera que esta enmienda socialista era «una piedra en el camino» con la que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) accedió a tropezar porque «no ha quedado otra» pero que «no es de recibo».

Santisteve lo afirmó en Santa Isabel, que visitó con el presidente del distrito y portavoz de CHA, Carmelo Asensio. Aprovechó para agradecer su apoyo al presupuesto y alegó que las tensiones en la izquierda, que no parecen haber desaparecido, se deben a cuestiones «personales» o factores externos a la institución. Y añadió que le «encantaría» que pudiera haber un terreno «más allanado, más tranquilo, más sosegado» para poder «avanzar juntos» en un modelo de ciudad que comparten «en gran parte».