El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, tras las duras críticas que recibió por parte de la oposición, principalmente del PP, debido a su viaje a Santiago de Chile cuando ya se había anunciado la crecida del Ebro en Zaragoza defendió ayer su visita al país y justificó su ausencia.

Santisteve señaló que estuvo pendiente de la avenida del río durante su viaje y que, antes de irse, habló con el jefe de Bomberos de Zaragoza y con los concejales. El alcalde reiteró que estuvo en contacto con ellos para saber qué estaba ocurriendo y subrayó que «todo el Gobierno trabaja». «El alcalde puede estar trabajando fuera de la ciudad mientras los demás concejales atienden este caso de emergencia en el que, afortunadamente, los protocolos han funcionado», dijo.

Santisteve estuvo en Santiago de Chile cuatro días antes del inicio del congreso del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU).