La concejala de Zaragoza en Común (ZeC) Teresa Artigas se despedía ayer de la corporación confirmando en el pleno ordinario la renuncia al cargo y a su acta de edila, un adiós en el que acabó siendo arropada por todos los grupos municipales. Ella insistió en que su marcha «obedece exclusivamente a motivos personales», por «cuestiones de mayor relevancia» que le impedían seguir, y agradeció el «aprendizaje» adquirido. Sin embargo, acabó siendo protagonista el alcalde, Pedro Santisteve, que enfadó a toda la oposición, después de que la arroparan.

El primer edil decidió convertir su adiós en una larguísima retahíla de logros de gestión de la concejala, elogiando su «liderazgo» y porque «forma parte de lo que es ZeC y de lo que ha querido representar este Gobierno», aseguró.

Antes, los portavoces le dedicaron a Artigas una cálida despedida y el máximo respeto a los motivos que le han llevado a decir adiós antes de las elecciones. Incluso hubo momentos para bromear, como cuando ella y el PP se desearon la peor de las suertes en el plano político a sus respectivos partidos, y para un tirón de orejas, este del PSOE, cuando el socialista Carlos Pérez Anadón le recordó que «sería cínico decir que tuvo un buen comienzo» su relación.