El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha considerado hoy que la DGA se ha metido en un "berenjenal" en la aplicación del Impuesto sobre Contaminación de las Aguas (ICA), en el que ya advirtieron problemas de gestión, y ha reiterado que los zaragozanos no están para pagar "pufos".

En respuesta a las declaraciones del consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, que reclamó una "conducta cívica" al Ayuntamiento, el alcalde le ha recordado que ha tenido dos años para hacer una auditoría del Instituto Aragonés del Agua y para explicar por qué persiste en el actual modelo de gestión del saneamiento y la depuración.

Ha recordado que los pueblos del Pirineo están "descontentos" con este modelo y que ahora es la sociedad zaragozana la que se ha "revelado" contra un impuesto "injusto" que, además, "rompe toda la progresividad" que había introducido el Consistorio en sus tarifas.

Ante todo ello, ha reclamado transparencia y ha sostenido que es "lógico" que ahora la sociedad civil, a través de las asociaciones de consumidores, las pequeñas y medianas empresas o la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA) les exija cuentas cuando no se hacen las cosas "como deberían hacerse".