El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, pidió ayer a todas las administraciones «trabajar la memoria democrática». Lo hizo en la mesa de debate del II Encuentro de la Red de Ciudades contra la Impunidad Franquista que se celebró en la antigua cárcel Modelo de Barcelona, junto a ciudades como Vitoria, Madrid y Pamplona, entre otros. Allí compartió los pasos dados por la capital aragonesa en la recuperación de la memoria histórica, la justicia y la reparación de los crímenes franquistas.

Así, el primer edil reconoció el «interesante trabajo» que está haciendo la universidad para «hacer un desarrollo histórico con datos biográficos de todos los represaliados». Se trata, dijo, de un «ejercicio de reparación hacia aquellos que han luchado contra la invisibilización y el olvido». Sumando, añadió, a «los nietos que piden que estos 114.000 muertos en cunetas sean objeto de digna sepultura».

También lamentó que la sociedad sea «huérfana de un pasado sustraído a base de mucha amnesia y de mucho olvido cobarde o interesado», pero apuntó los pasos al frente que ya está dando Zaragoza. Como la retirada de los escudos franquistas del puente de Santiago o la inauguración de la glorieta Las Trece Rosas en el Parque Grande para «recordar la gesta de estas mujeres que fueron asesinadas».

Santisteve destacó el «papel de difusión y pedagogía social para las nuevas generaciones» que pretenden algunos de sus proyectos, como la recopilación de testimonios orales iniciada, las obras de teatro, las conferencias o los paseos de la memoria.

Además, subrayó que «la gente que fue exterminada en la dictadura de Franco fue muerta dos veces: una primera en ejecuciones extrajudiciales y una segunda por los juicios que sirvieron para expoliar a los familiares», una «muerte civil y patrimonial» que, según defendió, «requiere reparación». En este sentido, invitó a reflexionar sobre el modelo penal, «claramente injusto y que criminaliza la pobreza».