El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha decidido bajar a la arena e intentar desatascar el complicado momento que vive el consistorio. Ayer se dirigió a los portavoces del PSOE, Carlos Pérez Anadón, y de CHA, Carmelo Asensio, y les convocó para hoy a las 17.00 horas a una reunión en su despacho. Una enigmática llamada al diálogo que estará muy relacionada con la crisis en las sociedades. Lo que persigue este encuentro es abanderar una posible tregua a corto plazo, una negociación a tres y «sin líneas rojas» con los socios que le aprobaron el presupuesto, en la que no se descarta ningún escenario.

Se sentará el alcalde a hablar con Pérez Anadón y Asensio, con todos los conflictos que les separan sobre la mesa y con la necesidad imperiosa de «volver a la normalidad democrática y retornar la situación al 8 de febrero», señaló el nacionalista, quien confirmó que asistirá. El socialista responderá hoy. «En principio a una reunión oficial nunca nos hemos negado a asistir, pero antes quiero conocer el orden del día e incluir en él la vuelta de todos los grupos municipales a las sociedades», expuso Carlos Pérez Anadón en declaraciones a este diario.

RETENCIÓN DE OFICIO // Es importante que Santisteve tienda la mano y la abra, pero no para darles un bofetón como el que se escenificó anteayer, cuando anunciaron el decreto que imponía el desbloqueo de las cuentas de las sociedades municipales. El documento firmado por el responsable de Economía, Fernando Rivarés, rechazaba unilateralmente la moción aprobada por la mayoría plenaria y permitía empezar a transferir dinero a las sociedades. Así que ven indispensable que no lo haga, «ni un euro», para empezar a hablar. Y que ZeC retenga esos créditos de oficio para facilitar el entendimiento.

La llamada de Santisteve parece atender una propuesta que, de forma extraoficial (en una conversación de pasillo), le hizo el portavoz de CHA. «El día 18 le dije que debía plantearse la posibilidad de negociar un pacto de mínimos hasta mayo del 2019, para desatascar este colapso que vive el ayuntamiento por sus decisiones. Y me dijo que se lo pensaría», relató Asensio. «Puede que haya surtido efecto», añadió. Aunque el edil nacionalista asegura que ese acuerdo «no va a ser un cheque en blanco».

HABLAR «DE TODO» // «Estamos dispuestos a hablar de todo», dijo el portavoz de ZeC, Pablo Muñoz, en la rueda de prensa del pasado martes en la que se anunciaba el decreto de Rivarés y su retirada del contencioso que pedía levantar el bloqueo cautelar de las cuentas de las sociedades. La misma comparecencia en la que invocaba al diálogo de la izquierda para «aislar al PP de la Gürtel». Ahora, a pesar de sus respectivas reacciones al anuncio, la primera llamada ha sido a PSOE y CHA.

Divide y vencerás. Esto es lo que debe pensar un Gobierno de ZeC en franca minoría que ha visto en la condena al PP por financiación ilegal la puerta que necesitaba para escapar del colapso al que ha abocado al consistorio el polémico 9-F. Y es llamativo también que en ese intento por buscar una tregua de un año no cuente con Ciudadanos (Cs). Quiere romper la foto de la unidad de la oposición por el lado de la izquierda, y solo un pacto con ellos que se abra a la formación naranja posteriormente confirmaría ese «cordón sanitario» que Muñoz pidió aplicar a los conservadores.

Chunta sería una puerta de entrada al acuerdo que Podemos e IU estarían dispuestos a explorar también a nivel autonómico. Hablar con la cúpula nacionalista y después hacerlo con el PSOE, para que la izquierda sea capaz de permanecer unida en este escenario que la condena de la Gürtel ha abierto. Y que Zaragoza no sea una excepción.