El culebrón del servicio de atención telefónica 010 sigue vivo. El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, apeló ayer a la sensibilidad de los jueces en el proceso de municipalización, que se encuentra judicializado.

El regidor se mostró confiado en que «la Justicia, en esa ponderación de intereses, aparte del lucro privado tenga en cuenta el derecho de los trabajadores a cobrar por el las labores realizadas, algo que no está ocurriendo», recordó.

El regidor sacó a relucir de nuevo los problemas y los constantes retrasos de las 14 empleadas a la hora de cobrar en tiempo y forma sus nóminas, un hecho que, destacó, llevó al Gobierno de la ciudad a emprender la internalización del servicio.

Para el alcalde se trata de «un problema de sensibilización humana» que no se puede pasar por alto, ya que se habla de la situación laboral y personal.

La gestión del Gobierno de la ciudad con el servicio del 010 ha generado un sinfín de disputas con el resto de formaciones ya que cada movimiento afectaba directamente a las empleadas.

A día de hoy, la relación contractual entre el ayuntamiento y Pyrenalia es más que dudosa después de que la concesionaria anunciara que no podía seguir prestando el servicio. Mientras todo se soluciona, las trabajadoras siguen yendo a sus puestos de trabajo cada día con la incertidumbre de si cobrarán sus nóminas, ya no solo las retrasadas, sino las presentes.