Han transcurrido 48 horas desde que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) entregara el borrador del presupuesto del 2019 a la oposición y sigue sin haber movimientos en cuanto al inicio de unas negociaciones que parece haberse pospuesto a después del puente de la Constitución. Aunque para el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, el tiempo no será un problema, ayer volvió a insistir en la idea de que ese acuerdo con la izquierda será «mejor» si se produce «cuanto antes».

El primer edil zaragozano se mostró ayer satisfecho con la primera respuesta recibida, desde el portavoz del grupo municipal de CHA, Carmelo Asensio, a su borrador de presupuestos e instó a los nacionalistas y también al PSOE a trabajar para tender puentes. Especialmente para atraer a los socialistas a un acuerdo de la izquierda para el que, dijo, no se les ha puesto plazos fijos.

En su visita al centro deportivo municipal Duquesa Villahermosa, Santisteve también subrayó la importancia del presupuesto para la organización del trabajo de las entidades vecinales y sociales que suelen ser receptoras de subvención. Así que el ayuntamiento no debe perder de vista los daños colaterales que puede conllevar no aprobar las cuentas.

Pero el alcalde sabe de las dificultades de sentarse a negociar y aseguró que ante todo debe primar que «todo el mundo se sienta cómodo» en ese diálogo. De hecho, aseguró que el Gobierno de ZeC ha planteado el borrador de esta forma para que ninguno de sus socios pensara que estaba todo «cerrado o atado». En ejercicios anteriores, como el año pasado cuando lo llegó a aprobar en solitario, le ha supuesto un hándicap para alcanzar ese pacto presupuestario y en este último año de mandato no quiere excusas.

Ni tampoco crispación. Sus referencias a los socialistas son menos tensas que en meses anteriores y ayer recalcó Santisteve que con el PSOE «siempre hay contactos», y defendió que quiere llegar a acuerdos entre las tres fuerzas políticas que apoyaron su investidura, porque en ellas converge un mismo modelo de ciudad.

En cuanto a los plazos, el alcalde apuntó que la ley de capitalidad permite suavizar la tramitación. Se suaviza pero añadió que le gustaría que ocurriera como el último año y que el proyecto estuviera listo en el mes de enero. Sin prisa pero sin pausa, pese a que la misma celeridad le exigen los socialistas y nacionalistas para ejecutar sus partidas incluidas en el presupuesto de este año.