Sara Martín revalidó ayer su puesto como presidenta del comité de empresa de Opel España. Martín, que lleva en el cargo desde noviembre del 2016, fue apoyada por 19 de los 33 delegados del órgano de representación de la plantilla de la fábrica de Figueruelas. En concreto, recibió el voto de los doce delegados de UGT, de los seis de CCOO y del único representante de Acumagme.

De esta forma, UGT continúa liderando el comité, mientras que CCOO mantiene la secretaría del órgano de representación (seguirá Juan Carlos Fandos). CGT, que cuenta con siete delegados sindicales, OSTA (tiene cuatro) y Stopel (tiene tres) no apoyaron la candidatura de Martín.

La elección del nuevo presidente de Opel España se ha hecho esperar más de la cuenta debido a que las negociaciones mantenidas en los últimos días entre los sindicatos no acababan de cuajar. Sobre la mesa se pusieron dos propuestas: reelegir a Sara Martín o nombrar a Vicente Ayer, del sindicato Stopel. Esta última solo obtuvo tres adhesiones, mientras que el primer planteamiento generó recelos. CGT y OSTA esgrimeron un reglamento del año 1991 que impedía elegir presidente sin una mayoría de dos tercios del órgano de representación de la plantilla. Finalmente, el comité acordó ayer que solo fuera necesaria la mayoría absoluta, por lo que Martín fue reelegida presidenta.

Martín accedió al cargo en noviembre del 2016, cuando sustituyó a Ramón Legarre, que se jubiló. De esta forma, Martín se convirtió en la primera mujer en presidir el comité de la factoría de Figueruelas.

Las dificultades para elegir la presidencia del comité deja bien a las claras la atomización del nuevo órgano de representación surgido de las elecciones del pasado octubre.

APUESTA POR EL DIÁLOGO / En este sentido, Martín reconoció ayer a este diario que llegar a puntos de entendimiento en el seno del comité va a ser «más importante que nunca», por lo que apostó por exprimir la vía del diálogo.

Además, destacó que comienza un nuevo periodo porque ahora los representantes sindicales ya no tendrán que negociar con una Opel en manos de General Motors, sino con una firma propiedad de PSA. «Ya han demostrado que son muy duros. Es su forma de negociar y lo tenemos que tener claro», advirtió.