Para tratar de minimizar el impacto del despido colectivo, la dirección de Schindler está estudiando cómo recolocar al máximo número de afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) en el resto de divisiones (mantenimiento, informática u oficinas, entre otras) que permanecerán en Zaragoza tras el cierre de la fábrica (SDS) ubicada en el polígono Empresarium. El número de puestos disponibles todavía no se conoce, pero dependerá en gran medida de que la compañía ponga en marcha un plan de bajas incentivadas para el personal próximo a la jubiliación, lo que permitiría incrementar el número de vacantes y reducir así la cifra de despidos forzosos. También se está estudiando la posibilidad de homologar los títulos de Formación Profesional de los empleados para poder ejercer como técnicos de montaje y mantenimiento de ascensores.

Es uno de los asuntos que está sobre la mesa de negociación de ajuste laboral, que este jueves celebró la quinta reunión desde que se presentó el ERE de extinción para 119 trabajadores. El encuentro, que ha tenido lugar en el hotel Hiberus, no ha arrojado avances al proceso de diálogo abierto ni apenas ha aportado novedades, aunque la compañía se ha comprometido a afinar su propuesta y presentarla a la parte social la próxima semana, que estará marcada por las movilizaciones convocadas por el comité para tratar de presionar al grupo. Lo que sí ha vuelto a reiterar Schindler es que no va a dar marcha atrás al cierre.

PAROS PARCIALES Y TOTALES

«Nada ha cambiado. La empresa está recopilando toda la información posible», ha explicado el presidente del comité, José Antonio Dieste. Como es habitual en estos procesos, la parte social ha entregado a la dirección un contrainforme que trata de echar por tierra las razones aducidas por la empresa para justificar el ERE.

Así las cosas, la negociación llega a su ecuador --el periodo de consulta finaliza el día 22-- lejos del acuerdo y sin que las posiciones se hayan movido un ápice. Ambas partes volverán a verse las caras el próximo lunes en la sede del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), que tratará de propiciar el entendimiento y evitar que se lleven a cabo los cuatro días de paro convocados. Dos serán de carácter parcial, el 12 y 13 de febreo, y los otros dos totales, el 19 y el 20.

En cuanto al detalle de las movilizaciones, el comité está valorando trasladar al centro de Zaragoza las concentraciones que está previsto que se lleven a cabo en la puerta de la fábrica de Empresarium los días de paro, a fin de dar una mayor visibilidad al conflicto laboral.