«Todo esto no es nuevo. Sufrimos una merma de efectivos desde hace mucho tiempo y así lo hemos ido advirtiendo a la Administración hasta que, ahora, la situación ha explotado. Pero viene de lejos». Jesús -nombre ficticio- trabaja desde hace varios años como anestesista en el hospital Clínico de Zaragoza y, como el resto de sus compañeros, no participará en operaciones por la tarde como acción de protesta contra la falta de estos profesionales.

La medida, adoptada según el colectivo por la jefa de servicio, se toma, pues, cuando los anestesistas han decidido decir basta ante una situación que viene de lejos. «Estamos con menos gente de la que deberíamos estar. Antes, las tardes se pagaban aparte -lo que se conoce popularmente como peonadas- pero, ahora se une que los traslados no se cubren, que nos empezamos a hacer mayores, las bajas maternales y todo eso se acumula y provoca una merma de efectivos», incide.

Además, el personal se queja de que la nueva configuración de la bolsa de trabajo «obliga a ir al lugar que te mandan y, si no aceptas, te envían al último lugar de la lista, pero hay hospitales centrales que requieren profesionales especializados y es el jefe de servicio quien está más capacitado para decidir quién debe ocupar determinados puestos».

Por eso, los anestesistas entienden que «se acabó la buena voluntad» y exigen un cambio de postura. «Por ejemplo, si ahora salen tres residentes, que los dejen porque hacen falta. Esto no es un capricho de nadie. Hablamos de un servicio de anestesia central que cada día presenta un parte de quirófano, es decir, aquí se opera cada día y necesitamos gente para cubrir todos los puestos de trabajo», insiste.

Porque, además, las perspectivas no son halagüeñas en cuanto a la dotación de profesionales. «En los próximos diez años se jubilará alrededor de la plantilla», subraya. En la actualidad, el servicio cuenta con 40 profesionales y se necesitarían, al menos, cuatro más.

El plante de los anestesistas está programado para toda esta semana, aunque desde el Departamento de Sanidad se insiste en que todo podría quedar solucionado en las próximas horas. «Supongo que quieren seguir con las peonadas y con las jornadas de deslizamiento -nuevos contratados que trabajan por la mañana o por la tarde-, pero tenemos más actividades y no llegamos a todo», expone Jesús.