Encontrar personal sanitario y trabajadores sociosanitarios para las residencias de mayores en plena pandemia está siendo un reto complicado. Algunas residencias optan por lanzar un grito «desesperado» a través de las redes sociales o de los bandos municipales de sus ayuntamientos para encontrar personal que quiera entrar a trabajar a estas instalaciones, que son el epicentro de la enfermedad del coronavirus y en las que reside la población de mayor riesgo. Los esfuerzos del Gobierno de Aragón, que ha recogido en unos días más de 2.500 currículums, y de los ayuntamientos y entidades empiezan a dar frutos, pero queda mucho por andar.

En Vera de Moncayo dan el problema casi por resuelto, después de la respuesta social a su llamamientos. «La residencia ha incorporado a cuatro trabajadores, que sumado a los voluntarios y al personal de la atención domiciliaria de la comarca se ha podido solucionar, por ahora», explica la alcaldesa de la localidad, Marta Azagra. Con 37 residentes y varios trabajadores de baja, pendientes de la prueba del covid-19, la situación se había vuelto insostenible. «El problema es que, como no hacen tests a todos, en cuanto el personal tiene algún síntoma, aunque no sea coronavirus, se tiene que quedar en cuarentena», explica.

En la residencia de Vitalia en Sabiñánigo, por el contrario, siguen necesitando «personal y equipos de protección adecuados», señaló Antonio Morales, director de operaciones del grupo. «En Sabiñánigo tenemos 31 de los 88 residentes que han dado positivo, de los que tres han sido trasladados a Yéqueda, y tenemos 28 en el centro», explicó. Además, varios miembros de la plantilla se encuentran de baja. Aunque la DGA ha reforzado el servicio con seis enfermeros, reclaman más personal y más epis. «Nos han llegado 8 pantallas, 15 mascarillas FFP2 y 15 FFP3, 50 mascarillas quirúrgicas, 10 delantales impermeables, 13 batas y una caja de guantes de 50 unidades. Unas medidas tremendísimamente insuficientes», denunció Morales.

En Épila se ha paliado, en parte, la falta de personal «con ocho nuevos trabajadores y otros siete voluntarios, además del personal que ya había», señaló el alcalde, Jesús Bazán, que lamentó la difícil situación con «10 fallecidos, seis desplazados a otras residencias, 3 en el hospital y varios trabajadores también contagiados». «Prácticamente el 45% del personal y de los residentes están afectados por el covid-19. Estamos abrumados por la gran respuesta social que hemos tenido», señaló Bazán.

En la residencia de La Almunia de Doña Godina también han logrado contratar a siete trabajadores, pero, como indicó la alcaldesa, Marta Gracia, «todavía tenemos déficit de personal y el problema es que se siguen sucediendo las bajas de trabajadores, por lo que seguimos necesitando más profesionales».