La consejera de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón, Luisa Noeno, defendió ayer la labor de la Unidad de Reproducción Asistida del Miguel Servet de Zaragoza y aseguró que se atiende por igual a todas las mujeres siempre que se haya probado su infertilidad.

Así lo manifestó en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado de CHA, Angel Sánchez, en el pleno de las Cortes de Aragón quien denunció no se oferta la inseminación artificial a todas las mujeres que la solicitan, sino que se rechaza a aquellas que no tienen pareja o ésta es homosexual.

Según recogió Europa Press , Noeno explicó que la unidad ofrece la inseminación para tratar "la infertilidad", porque las competencias del Salud son las de "prevenir o tratar problemas", dentro de los que "no se incluye el deseo de ser madre".

"No cerramos la puerta a ninguna mujer infértil, estén sola o acompañada, tenga pareja y una u otra práctica sexual, el único requisito es que tenga problemas para quedarse embarazada", aseguró la consejera. "Lo que usted está planteando es otra cuestión, que no es de salud sino que obedece a un deseo de ser madre", respondió a Sánchez.

Al respecto, explicó que hasta ahora "no se reconoce el derecho a financiación gratuita del tratamiento de inseminación artificial en el caso de que no haya sido diagnosticada la infertilidad".

Luisa Noeno agregó que a la unidad de reproducción asistida del Servet llegan las mujeres "cuando ya tienen un diagnóstico anterior de infertilidad", mientras que las pruebas para que una mujer sepa si es infértil o no "se pueden realizar por parte de su ginecólogo o médico".

Sánchez, por su parte, denunció que en la unidad de reproducción asistida del Servet "no se respeta lo que establece la ley porque se hace distinción y se discrimina dependiendo de si se trata de una mujer con pareja heterosexual o sin pareja o pareja homosexual", mientras que la ley recoge que toda mujer podrá ser receptora siempre que haya expresado su consentimiento, tenga 18 años y plena capacidad de obrar.

Aseguró conocer varios casos de mujeres a las que "se les ha rechazado en la unidad" con el argumento de que "la inseminación artificial está reservada para las mujeres con pareja heterosexual que llevan un año intentando sin éxito lograr un embarazo".