-¿Aragón tiene realmente un problema con la falta de mano de obra cualificada?

-Hay sectores tan tecnificados como el de la automoción, en el que nos estamos poniendo manos a la obra para cualificar personal. Es tan restringido el número de alumnos de ingenierías que cuando terminan sus estudios ya tienen salidas en distintas empresas. El objetivo que nos hemos marcado es trabajar por sectores. Hay sectores estratégicos como la automoción, la agroalimentación, las renovables y la logística. Por tanto, tenemos que dar respuesta a la demanda en estos sectores principalmente.

-¿Cómo se actúa para conseguirlo?

-A través de la Formación Profesional o de títulos universitarios que se adapten a las necesidades de las empresas. El cambio no se producirá de un año para otro, pero estamos en ello.

-¿Cree que los salarios también influyen a la hora de retener el talento?

-Hay casos en los que no se encuentra mano de obra, aunque habría que preguntar: ¿a qué precio? La devaluación salarial sigue estando presente y no podemos pretender tener gente cualificada y formadísima con sueldos que rondan el salario mínimo. Cualificación máxima a salarios mínimos, no casa. La cualificación debe ir acompañada de una remuneración. Desde el Inaem ayudamos a la contratación, pero requerimos cierta estabilidad y que el salario sea acorde a su cualificación y formación.

-¿Cuál es el papel del Inaem en la actual coyuntura económica?

-Estamos satisfechos. De hecho, la Airef acaba de reconocer al Instituto Aragonés de Empleo como el mejor en eficiencia de políticas activas de empleo en gestión, diseño y ejecución. Ver que una institución como la Airef nos selecciona y nos pone como ejemplo es algo muy satisfactorio.

-Parece que la economía nacional afronta un punto de inflexión hacia la desaceleración. ¿Qué expectativas tiene Aragón en cuanto a crecimiento económico y tasa de paro?

-Vemos que la gráfica de empleo sigue el patrón de estacionalidad. Eso sí, año a año los datos interanuales van dejando un número de desempleados cada vez inferior. Sabemos que los trabajos estacionales corresponden a las campañas estivales o de Navidad. Ahora la tasa de paro es del 9,87%, cinco puntos por debajo de la nacional. La tasa es buena pero seguimos trabajando. Otro dato positivo es que sube la población activa por primera vez desde el último trimestre del año 2016, según la última EPA. Con todo, para tratar de frenar el problema del desempleo, lo que estamos haciendo es atacarlo colectivo por colectivo.

-¿Se mantendrá Aragón por debajo del 10% de tasa de desempleo?

-De cara a final de año esperamos mejorar la tasa del 9,87%. El descenso es paulatino, pero sin grandes alegrías porque sigue habiendo paro. La parte positiva es que las políticas activas de empleo funcionan y que hay proyectos de inversión que se están implantando y que generan buenas expectativas de cara al futuro.

-¿Estos proyectos permitirán seguir creciendo al ritmo actual?

-Mantenemos las expectativas en el 3,1% para el final de año. De cara al futuro, somos conscientes de que los proyectos fotovoltaicos, eólicos y agroalimentarios tirarán del crecimiento. Además, las empresas siguen creciendo y esos son expectativas en firme. En materia de empleo y crecimiento somos optimistas.

-¿Le gustaría repetir como consejera de Economía?

-Me gustaría que el PSOE volviera a gobernar. Si eso se diera estaría a disposición del presidente Lambán para lo que quisiera. Mi prioridad es que el Partido Socialista vuelva a gobernar Aragón. Creo que sí influye quién gobierna en la situación económica pero también social. Echando la vista atrás, creo que ha habido un vuelco en lo social. Y eso es hablar de educación, de sanidad, el empleo, que ha sido nuestra prioridad. Pese a las presiones presupuestarias, hemos compaginado que Aragón haya sido la que más ha crecido en gasto social y la que más ha crecido en términos económicos en el 2017. En el 2018 vamos camino de ello.