Los problemas de movilidad en el barrio de San José van más allá de la necesidad de una segunda línea de tranvía. Así lo pusieron de manifiesto los participantes en las jornadas sobre movilidad que se celebraron ayer en el centro cívico Teodoro Sánchez Punter, donde Santiago Rubio, ingeniero municipal y Ramón Betrán, arquitecto también del Ayuntamiento de Zaragoza, radiografiaron la situación del sector que, a pesar del debate, sigue lleno de incertidumbres.

Dos horas de mesa redonda que dejaron una foto fija clara: una segunda línea de tranvía en sentido este-oeste se ve como un revulsivo para el comercio desmantelado de la zona pero, como explicó Betrán, "el tranvía puede ayudar pero no va a ir sembrando consumo a su paso". Esta es una de las razones por las que incidieron en que lo importante para reactivar el comercio de proximidad es que los ciudadanos compren en el sector y no "en lugares donde se embriagan de consumo y luces", por lo que el rediseño de la red viaria se hace imprescindible. Un tejido que, si se termina proyectando, es importante que "no solo favorezca a los extremos del trazado", como consideró el presidente de la junta de distrito, Pablo Muñoz, que está sucediendo en el eje ya consolidado.

Una de las razones por las que el pequeño comercio en San José está "en estado crítico" y un 30% de los establecimientos han tenido que cerrar sus puertas es debido a otro de los grandes problemas del barrio: el aparcamiento. "Solo se podría solucionar mediante la implantación de zonas de estacionamiento regulado" para disfrute prioritario de los residentes. Porque una de las cosas que se pretende con una posible segunda línea del tranvía es la reducción casi total del tráfico privado de paso para conseguir, sobre todo, entornos peatonales que fomenten las relaciones vecinales. "El tranvía no es una varita mágica pero permite modificar algunas cosas", matizó Rubio.

También se recordó que hay necesidades como la eliminación de barreras arquitectónicas que favorezcan la movilidad para los discapacitados y el ensanche de aceras para facilitar mejores desplazamientos. Las críticas por la situación de la estación de cercanías y la "no prolongación de Tenor Fleta" también salieron a la luz entre las butacas.

Según una encuesta realizada por la asociación de vecinos en verano de este año, el 10% de los residentes en el barrio se desplaza en bicicleta. Aunque la cifra pueda parecer baja, los usuarios de la este medio de transporte también mostraron su preocupación en las jornadas. Se preguntó si van a llegar nuevos equipamientos ciclistas en Tenor Fleta o en la avenida San José, que se harán "si hay presupuesto y teniendo en cuenta las prioridades de la ciudad". Parece que San José queda, por el momento, lejos de tener un nuevo carril bici, aunque Rubio anunció la posibilidad de una revisión del Plan de Movilidad Sostenible paRa el próximo año.