La sede del Gobierno de Aragón, en el edificio Pignatelli de Zaragoza, ha ahorrado un 20% de energía de media con la racionalización de los horarios, al adelantar en dos horas el cierre, pero no el tiempo de trabajo, un ahorro que se puede extrapolar al resto de las instalaciones de la administración autonómica.

El director general de Función Pública del Ejecutivo aragonés, Ignacio Murillo, ha recordado que el Gobierno de Aragón adoptó en septiembre de 2012 una medida de racionalización de horarios, que se ha implantado en la administración general y que ha tenido un "gran éxito", ha dicho en declaraciones a los medios de comunicación antes de una jornada sobre esta cuestión.

Dicha medida pretende garantizar, por una parte, un uso más eficiente de los recursos y por otra favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral de los empleados públicos, ha agregado.

"El impacto de la medida que se ha desarrollado a lo largo del año 2013 y lo que va de 2014 es muy satisfactoria y pensamos que se ha mejorado de una manera muy notable la racionalidad en el horario de los empleados de la administración general", ha afirmado Murillo.

En este sentido, ha señalado que hay impactos directos muy notables tanto en la eficiencia como en un ahorro de recursos públicos destinados, sin necesidad de cambiar el número de horas de trabajo, pero "adaptando y modulando" los tiempos de descanso y de entrada y salida de los empleados.

Y ha puesto como ejemplo que la reducción del gasto energético en el edificio Pignatelli ha bajado en los últimos cuatro años de media un 20%, dado que han conseguido cerrar antes, lo que ha impactando tanto en el consumo energético, como luz o calefacción, como también en otros aspectos, como limpieza o vigilancia.

Aunque para Murillo no es tanto el impacto económico como el que se produce para la sociedad y los propios trabajadores, es decir, "una mayor satisfacción de los empleados garantiza también de alguna manera una mayor eficiencia en el servicio que se presta".

El horario de cierre ha pasado de las 20.30 horas a las 18.30 horas en todos los edificios públicos de Aragón, aunque siempre hay actividad que va más allá, ha señalado.

Por su parte, el director general de Trabajo del Gobierno de Aragón, Jesús Divassón, ha señalado que se debería empezar por un cambio absoluto de mentalidad, que compete a la sociedad en general, tanto a las administraciones públicas como al mundo empresarial o social, para la racionalización de los horarios.

Las administraciones tienen que "liderar" mensajes en ese sentido y "predicar" con el ejemplo y, en este sentido, ha recordado que el Gobierno de Aragón ya tiene instaurado un plan para funcionarios públicos.

Según Divassón, la administración tiene que prestar los servicios públicos con eficacia, pero sobre todo "pensando que no hay que perder el tiempo de los funcionarios públicos pero tampoco de los ciudadanos".

Desde la Dirección General de Trabajo tienen que liderar un mensaje de que todo lo que sea racionalizar los horarios redunda en la competitividad de la empresa, ha afirmado.

Mientras que la directora general de Familia del Gobierno de Aragón, Ana de Salas, se ha referido al proyecto de ley de apoyo a las familias, en el que hay un capítulo dedicado a las medidas de conciliación de la vida personal, laboral y familiar.

"La racionalización de horarios es una de esas medidas de conciliación", ha agregado.