Seis pequeñas poblaciones de Aragón han tenido que recibir agua a través de cisternas durante los últimos días ante la imposibilidad de que su red de abastecimiento pudiera satisfacer a toda la población, que en el periodo estival se multiplica. Las localidades afectadas son Obón, Loscos y Collados (un barrio de Calamocha) en Teruel; Bellestar y Colloliva en Huesca; y Campillo de Aragón en Zaragoza.

El número de pueblos a los que los bomberos han tenido que auxiliar durante este verano se ha reducido notablemente respecto a otros años, según fuentes de las diputaciones provinciales consultadas por este diario. El motivo que esgrimen es que la estación ha sido menos calurosa que en el 2003 y que el invierno fue lluvioso. Además, destacaron que las redes de abastecimiento han mejorado considerablemente.

En Zaragoza, la localidad más afectada ha sido Campillo de Aragón, que este mes de agosto ha tenido que recibir 320.000 litros. Esta población tiene problemas desde haces meses debido a la avería en la bomba de abastecimiento. Desde enero ha recibido más de cinco millones de litros de agua.

AVERIAS Las averías han sido habituales en numerosos puntos de Huesca durante los últimos veranos, pero durante este mes de agosto sólo ha habido que abastecer a los habitantes de dos pequeños núcleos: Bellestar y Colloliva, ambos en la Baja Ribagorza. "Cada dos o tres días hay que llevarles entre 15.000 y 20.000 litros de agua", señalaron fuentes de la comarca.

En zonas como Sobrarbe, Somontano y Bajo Cinca, en los que los problemas de abastecimiento eran habituales, no ha habido que llevar cubas a ninguna localidad. Y en Jaca, sólo se ha reforzado el servicio en dos poblaciones: Osía y Guasa.

En la provincia de Teruel, la localidad de Obón, que celebra sus fiestas patronales, no dispuso de agua para beber hasta ayer, después de que el pasado viernes se produjera una avería en la bomba de un pozo que abastece a la población.

Aunque los bomberos transportaron 50.000 litros de agua desde Utrillas y la misma cantidad el domingo, el agua no pudo ser utilizada para el consumo al ser distribuida por la antigua red, que estaba sin uso desde hace cuatro años y tenía grandes depósitos de impurezas que fueron arrastradas.

Fuentes vecinales explicaron que la situación mejoró en la noche del domingo, cuando llegó otra cisterna, cuyo contenido fue distribuido directamente a la población. No obstante, estas fuentes precisaron que ahora tienen agua para beber y cocinar, "pero no para lavarnos ni para la limpieza de las casas".

Obón, con 83 habitantes censados, alcanzó el pasado fin de semana una población de 2.500 personas con motivo de las fiestas patronales.

El exceso de población foránea es el origen de los problemas de abastecimiento en Loscos, con 190 residentes censados, y en Collados. En la primera localidad la falta de agua se produce todos los años por las mismas fechas, con motivo de las fiestas patronales y la llegada de numerosos visitantes. En Collados también es habitual que esta situación se repita todos los veranos.