Los propietarios de ocho de los 52 pisos de la casa azul de Calatayud, el edificio que se derribó tras arruinarlo una sima abierta en su base el 10 de noviembre del 2003, han pedido las llaves del recinto que protege el solar donde estaba ubicado el inmueble para realizar sondeos e investigar por su cuenta las causas que provocaron el hundimiento.

Los solicitantes son seis propietarios que no están de acuerdo con la vía elegida por la directiva de la asociación de afectados y que discrepan de la postura mayoritaria del resto de dueños de viviendas y locales.

Estos seis vecinos, conocidos por el resto con el apelativo de disidentes , han enviado una nueva carta al presidente de la asociación de afectados, Juan José Langa, en la que reiteran la solicitud de la llave del recinto y los permisos que le corresponda conceder a la comunidad de propietarios, para que los técnicos contratados por ellos puedan acceder al solar de la casa azul y realizar sondeos en el subsuelo.

Estos propietarios han indicado que quieren reclamar el cobro de sus pólizas de seguros, pero que, para ello, han de presentar pruebas de que el suceso no se debiera exclusivamente a causas naturales, por la cercanía del río, sino por otras circunstancias añadidas, aunque por ahora prefieren no insinuar nada.

En la carta que han enviado a Juan José Langa se destaca que, entre las pólizas de seguros de cada propietario y la que tenía contratada la comunidad, el valor asegurado supera los seis millones de euros.