Tras más de dos décadas esperando, las máquinas por fin harán acto de presencia en la avenida Cataluña para iniciar la reforma de los primeros 300 metros de este vial de la antigua N-II, los que separan el puente del ferrocarril y la confluencia con la calle Río Ara. La contratista Copha firmó ayer el contrato con el Ayuntamiento de Zaragoza, adjudicado hace semanas, y hoy recibirá el visto bueno definitivo a que se inicien los trabajos mañana mismo. Porque solo falta que el consejero de Urbanismo, Pablo Muñoz, firme su aprobación al plan de seguridad que se presentará hoy. Un avance que se produce cuando el Ministerio de Fomento todavía no ha firmado la cesión del vial a la ciudad, pactada hace casi un año entre el ministro Íñigo de la Serna y el alcalde, Pedro Santisteve.

Pero esta ralentización en la firma del convenio no impedirá esta vez que se dé por terminada la espera para los vecinos. Estos ahora le piden al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), que asegure la «continuidad» de las obras y saque a licitación la segunda fase, porque «si no sale a concurso antes de junio, difícilmente podrá iniciarse al terminar estos trabajos que ahora comiencen». «Hay partida en el presupuesto y tiempo suficiente para que al acabar estas obras no tengamos que sufrir una nueva espera», explicó Jesús Fon, de la asociación vecinal.

Una posibilidad ante la que el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, quiso dar por garantizada. «Nos vamos a dejar la piel», aseveró. Aunque puede que esa segunda fase no sea el tramo que los residentes creen. Al parecer, la expropiación de algunos terrenos podría complicar que se actuará en el que conecta el tercer cinturón con el puente del ferrocarril y ya se está ultimando otro proyecto constructivo «en el lado de los números impares y hacia el puente sobre el Gállego», en dirección a Santa Isabel. Esta intervención daría continuidad la que mañana comienza.