No les ha importado abandonar su hogar durante unos días y tener que desplazarse hasta Aragón para hacer lo que más les gusta: ayudar. Llegaron a Zaragoza hace sólo tres días pero ya están "encantados", o al menos eso asegura la vitoriana Sara Ruiz, de 20 años. Sara es una de los 28 jóvenes que desde hoy y hasta el próximo día 16 de agosto van a realizar labores de voluntariado. Y lo harán en dos campos de integración; uno en Campo (Huesca), gestionado por Disminuidos Físicos de Aragón (DFA) y otro en Añón de Moncayo (Zaragoza), organizado por la Fundación Instituto para la Integración Social y en el que participarán 34 jóvenes con discapacidades intelectuales.

"Son el alma máter de los campos de trabajo que realizamos todos los años". Así definió ayer en rueda de prensa la secretaria general del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), Ana María Zaera, a los voluntarios, que proceden de ocho comunidades autónomas. Se encuentran desde el sábado en Zaragoza para asistir a una serie de jornadas formativas, por ejemplo en primeros auxilios, sobre las tareas que van a desempeñar. Y es que cuidar durante quince días a personas con alguna discapacidad física o psíquica no es nada fácil. Se necesita preparación. Y estos jóvenes la tienen, a juzgar por las prácticas ya realizadas en encuentros de su comunidad. Es el caso de la murciana Encarna Torail, que a sus 19 años ya colaboradora con FEATOS (Federación Española de Agrupación de Familiares y Enfermos Mentales): "No me ha importado viajar hasta Zaragoza porque el voluntariado es algo que me gusta. Conoces gente y ayudas a los demás", asegura.

Con sendos campos de trabajo, promovidos por el IAJ, se pretende fomentar la solidaridad y la convivencia entre jóvenes con y sin discapacidad. Encarna estará junto a doce compañeros más en el campo de Añón del Moncayo, que se desarrolla desde hoy y hasta el día 16. El objetivo: "potenciar la autonomía personal de todos los participantes en ámbitos como la higiene, los desplazamientos y la comida", tal y como señaló Zaera. En Añón se reunirán 34 chicos y chicas con discapacidad intelectual; jóvenes que estarán expuestos al contacto con la naturaleza. En Campo, encuentro que se desarrolla desde el 7 al 15 de agosto, el objetivo es distinto porque la discapacidad de los protagonistas también lo es: "queremos favorecer la convivencia con la naturaleza así que los 32 participantes, con discapacidad física, desarrollarán actividades como el rafting", apuntó el director del Area Social de DFA, Luis Molina. Por su parte, Zaera hizo un balance "muy positivo" de estos campos, "que demuestran que los jóvenes tienen inquietudes". Lo cierto es que estos 28 chicos y chicas, al menos durante unos días, siembran solidaridad.