Calatayud cuenta desde el pasado viernes con un nuevo recurso cultural y turístico. El Seminario de Nobles, enclavado en la parte antigua de la localidad, no solo supone una mejora arquitectónica, sino que, además, puede convertirse en un foco de atracción de visitantes, dado su valor artístico e histórico.

El edificio, del siglo XVI, albergó los estudios de la Compañía de Jesús y allí estudió e impartió docencia el famoso escritor aragonés Baltasar Gracián. Sin embargo, tras la expulsión de los jesuitas, decretada por Carlos III en 1767, el seminario, que había alcanzado fama nacional por el nivel de su docencia, dejó de funcionar como centro de enseñanza.

Las obras para su recuperación han durado en total cinco años y han tenido un coste superior a los 2,5 millones de euros. La terminación de los trabajos se ha prolongado más de lo previsto inicialmente debido a que la primera empresa que debía llevarlos a cabo hizo quiebra y cesó en la actividad. Ahora, con la reapertura de esta institución docente los bilbilitanos podrán disfrutar de una joya del patrimonio histórico de la localidad.

DEMORA

La primera fase de las obras en el Seminario de Nobles se inició en el año 2009, con la consolidación estructural y una actuación en la cubierta que tuvo un coste de 1,5 millones. Hasta abril del 2011 no volvieron los trabajos a este edificio, momento en el que se invirtió casi un millón de euros en obras de albañilería, revestimientos y otras instalaciones que supusieron la finalización de la obra.

"La rehabilitación del Seminario de Nobles ha sido posible gracias a la colaboración entre administraciones y, sobre todo, gracias al esfuerzo del arquitecto encargado del proyecto, Fernando Alegre, nuestro Departamento de Urbanismo y las empresas que han trabajado durante años en este edificio", destaca el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, que recuerda que el consistorio ha aportado el 25% del total de la financiación, que asciende a los 650.000 euros.

El día de la inauguración, Mario Garcés, subsecretario de Estado de Fomento, destacó el esfuerzo que su departamento viene haciendo con el Plan de Inversiones del 1% Cultural.

En Aragón, indicó, son muy numerosos los proyectos que se han beneficiado de estos fondos y mostró su deseo de que Calatayud pueda continuar recibiéndolos, "ahora en su colegiata de Santa María". De hecho, este edificio emblemático de Calatayud, se va a someter a una profunda mejora que entrañará la inversión de cuatro millones de euros.

Además de la restauración integral, se actuará en ocho reposteros o tapices y dos paños de damasco.