El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Huesca investigará posibles sustracciones de perros de caza en la provincia, después de que una campaña de inspecciones aleatorias desvelase en apenas un mes que 68 de los 943 canes controlados no llevaban chip identificativo, como indica la legislación.

La operación Raca, desarrollada básicamente en los fines de semana de febrero para el control de las actividades cinegéticas en la provincia, arrojó dos datos preocupantes, según detalló el teniente jefe del Seprona en Huesca, Arturo Notivoli: "Por un lado, llama la atención que en solo cuatros fines de semana hayamos registrado tantas denuncias, al fiscalizar por primera vez el transporte canino. Por otro, hemos recabado muchísima información para investigar posibles hurtos de perros, coincidiendo con el final de la temporada cuando ya se han detectado los animales más capacitados", explicó.

El operativo ha efectuado 58 controles, analizando 87 transportes y cerca de mil perros. Esto se ha traducido en 377 denuncias, la gran mayoría por infracciones de la Ley de Sanidad Animal, por falta de vacunas obligatorias. Fueron 144. Entre el resto destacan las citadas faltas de chip de los animales --que vulneran la Ley 11/2003 de protección animal-- y otras 46 relacionadas con los transportes, por falta de documentación.

La campaña también ha incidido en el control de las piezas de caza. Desde esta temporada, según explicó el teniente Notivoli, entra en vigor la obligación de que cada pieza vaya acompañada de un documento, firmado por el responsable de la batida, que certifique que el animal ha sido abatido legalmente y facilite la trazabilidad del producto. Detectaron 27 infracciones.