Las mascotas son un clásico regalo de Navidad. Eso lo saben los que se dedican al contrabando de animales y también las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que aumentan los controles en esta época del año. Como consecuencia de la vigilancia, el núcleo de reserva de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza intervino anteayer un camión con 44 cachorros de perros de diferentes razas, un centenar de tortugas, chinchillas y pájaros.

Los agentes que obligaron a parar a este camión procedente de Eslovaquia rápidamente llamaron al Seprona ante lo que estaban viendo. Y es que las tortugas estaban metidas en tupperware sin oxigenación alguna y el resto de animales en pequeñas jaulas. De hecho, algunas aves estaban muertas por picarse entre ellas debido al estrés de las 20 horas de viaje hasta España.

EXAMINADOS

La noche la pasaron en el centro municipal de protección animal de Peñaflor donde fueron atendidos por veterinarios. Estos observaron que, por ejemplo, los perros tenían falsificados sus documentos identificativos, ya que no tenían la edad mínima para ser separados de sus madres, además de no contar con sus primeras vacunas.

Por este motivo, la Benemérita abrió expediente sancionador contra el conductor del camión que, según fuentes consultadas, se sospecha que sea el mismo del año pasado al que se le interceptó con 125 cachorros de contrabando. En aquella ocasión los perros fueron requisados y apadrinados por ciudadanos anónimos de la capital aragonesa.

No tuvieron la misma suerte los que fueron aprehendidos en esta ocasión debido a que, por decisión de los veterinarios de la DGA, se devolvieron al transportista para que fueran entregados en tiendas de Guadalajara, Madrid y Cáceres. Algo que han comunicado a los gobiernos autonómicos afectados para que inspeccionen y tomen la decisión que ellos consideren.

Una decisión que fue criticada por el Ayuntamiento de Zaragoza que reclamó contundencia en las resoluciones del Gobierno de Aragón. La directora de la Oficina de Protección de Animal del consistorio, Manuela García, lamento profundamente "la dejadez de la DGA porque es un caso claro de contrabando y no se les ocurre otra cosa que entregarlo a los que hacen negocio con estos pobres animales".

García resaltó que "Aragón no tiene competencias en otras comunidades para instar a sancionar a las tiendas".

Desde la asociación Zarapeludos, Carmela Bernal, cuestionó también esta forma de proceder porque "los animales iban en condiciones vergonzosas y dio igual". "El contrabandista se fue de rositas con la connivencia de todos y esto no se puede permitir", apuntó.

Desde diciembre del pasado año, el Seprona ha intervenido más de 600 animales procedentes de Eslovaquia.