El Seprona de la Guardia Civil ha intervenido en Zaragoza más de una tonelada de pescado capturado de manera ilegal y destinado a consumo humano y ha detenido a tres personas e investigado a ocho más en el marco de esta operación.

Una operación, denominada Glanis, que ha finalizado con la incautación de 1.412 kilos de siluros y carpas que fueron capturados de manera ilegal durante la noche en el río Ebro y localizados en dos almacenes de Figueruelas y Villanueva de Gállego, donde estaban siendo preparados para su transporte en camiones frigoríficos y su transporte fuera de España.

Según ha informado la Guarda Civil en un comunicado, la investigación empezó a comienzos de julio ante la posible existencia de una nave ubicada en Figueruelas donde podrían estar realizándose actividades relacionadas con la pesca y manipulación de estos ejemplares.

Las investigaciones realizadas evidenciaron que la nave estaba regentada por varias personas que se dedicarían a la pesca ilegal y el traslado de los ejemplares capturados hasta ese lugar, donde se manipularía y prepararía la mercancía para su transporte en camiones frigoríficos fuera de España.

Como resultado del operativo, el pasado 24 de julio, el Seprona observó a varias personas en el interior de la nave junto a tres furgonetas, una de ellas cargada con gran cantidad de peces.

Los agentes accedieron a la nave y en la inspección realizada localizaron dos barcas desinfladas, remos, cañas, dos sacas con redes de grandes dimensiones, un inflador eléctrico y multitud de herramientas relacionadas con la pesca, todo ello mojado y con restos de sangre.

Hallaron también en el interior de las furgonetas de 561,5 kilogramos de siluros y carpas, cubiertos con bolsas de hielo para su mantenimiento, eviscerados y lavados y sin marcas de las heridas de los anzuelos en ninguno de los ejemplares.

También se localizaron en la nave 32 nasas (red de pesca de forma cilíndrica), 4 barcas, 2 básculas, 10 redes, remos, 14 cañas de pescar, dos contenedores con agua y restos de sangre y un contenedor con residuos.

Al día siguiente, agentes del Seprona y especialistas en Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil con base en Huesca (GEAS) se desplazaron al tramo comprendido entre Burgo y Pina de Ebro, donde hallaron redes de grandes dimensiones en el interior del cauce, con 600 metros de longitud.

En su extracción, fueron liberadas 75 carpas, 10 siluros y un lucioperca que habían quedado atrapadas.

Ayer jueves, el Seprona localizó una segunda nave ubicada en Villanueva de Gállego, en cuyo interior se encontraban varias personas manipulando cajas de pescado en una furgoneta isotérmica que se estaba preparando para trasladar esta mercancía a Rumanía.

En el interior se hallaban un total de 851 kilos de siluros y carpas dispuestos en cajas de plástico cubiertas con hielo.

Según las fuentes, la mercancía intervenida en ambas naves, una vez verificada por Inspectores del Servicio de Sanidad del Gobierno de Aragón, fue declarada no apta para consumo humano, por lo que se procedió a la destrucción de la misma.

La Guardia Civil ha tenido por estos hechos a tres personas -que fueron puestas a disposición judicial- e investigado a otras ocho, todas de nacionalidad rumana, por presuntos delitos contra la salud pública, delito relativo a la protección de la flora y fauna y otro de pertenencia a organización criminal.