«Sería de hipócrita no volver a utilizar la tarjeta, ya que al fin y al cabo son viajes gratis que me sirven», manifestó una joven en una facultad del campus público, quién sostuvo la idea de que «todos diríamos que sí en el caso de que nos ofrecieran una recarga con más trayectos».

Una semana después de que EL PERIÓDICO DE ARAGÓN destapara la noticia del fraude, varios jóvenes, sobre todo del ámbito universitario, aseguraron que siguen utilizando y recargando las tarjetas Bus y Ciudadana (en su mayoría) a través de una persona o establecimiento que ofrezca el servicio.

«Yo me la recargué hace dos meses porque conocía a un amigo de confianza que lo hacía y ahora volvería a recargarla», contó un zaragozano que utiliza el servicio de transporte del autobús urbano y del tranvía a diario.

La recarga de las tarjetas de forma fraudulenta sigue vigente. Pese a que multitud de estudiantes son conocedores del fallo del sistema, algunos apuntaron que recargarían sus tarjetas para poder tener más viajes por el mismo dinero que recargarían en un sitio oficial.

«Utilizo el tranvía más de cuatro veces todos los días y me viene bien para tener más trayectos gratis porque al fin de mes no me gasto tanto dinero», divulgó un joven que ya ha terminado sus estudios universitarios.

«Hasta que no me pillen o dejen de funcionar este tipo de tarjetas voy a seguir utilizándolas», informó un adolescente en las inmediaciones de la Universidad de Zaragoza.

Por otro lado, algunos de ellos señalaron que si no se hubiera dado a conocer la estafa seguirían con el mismo mecanismo de recargar y picar en los lectores de tarjetas del transporte público.

No obstante, la mayoría de ellos declararon que no lo volverían a hacer, ya que corren el riesgo de ser identificados. «Ahora prefiero volver a pagar para no meterme en problemas», manifestó una estudiante.