El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna reforzó ayer en Zaragoza su «compromiso» con el corredor ferroviario cantábrico-mediterráneo, así como con el recorrido entre Huesca y Canfranc y la reapertura del canfranero. El ministro, que participó en una jornada organizada en Zaragoza por el Consejo Aragonés de Cámaras, el Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja, y la Universidad de Zaragoza, a la que asistió también el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, así como cargos de los puertos de Cantabria, Valencia y País Vasco, calificó el corredor como un «proyecto de país» que, asegura, tiene carácter «prioritario» para el Gobierno español. De hecho, destacó que tiene ya 15 frecuencias programadas.

De la Serna garantizó que el corredor contará con una «financiación adecuada» y que se respetarán los plazos marcados para llevar a cabo los distintos proyectos que lo componen. Entre ellos, las actuaciones que se están llevando a cabo en la vía, entre las que tiene «prioridad» la unión Sagunto-Teruel-Zaragoza, el primer tramo de este corredor cantábrico-mediterráneo cuyo desarrollo se analiza desde junio en una comisión de seguimiento.

ACTUACIONES

En este tramo, en el que se van a invertir 335 millones de euros hasta el 2020, se ha empezado por lo «urgente» con inversiones «reducidas», pero que, para el ministerio, tienen «un impacto importante», debido a las malas condiciones en las que se encontraba la vía con limitaciones de velocidad que llegaban hasta los 30 kilómetros por hora. En este sentido, De la Serna destacó actuaciones para eliminar hasta ocho limitaciones de velocidad en desde abril a junio y que ha permitido reducir los tiempos hasta 23 minutos entre Teruel y Sagunto.

La próxima actuación a corto plazo -está prevista para septiembre del próximo año- contará con una inversión de 1,3 millones de euros e irá dirigida a mejorar la vía para que los trenes puedan llevar un peso de 22 toneladas.

Asimismo, se va a trabajar en la disposición de «apartaderos» en siete estaciones con el fin de aumentar la capacidad de circulación y con un plazo de ejecución que llegará hasta diciembre del 2019.

A ello habrá que sumar proyectos de electrificación, instalaciones de seguridad y renovación de infraestructuras que, según los plazos previstos, estarán en junio del 2020.

La conexión unirá los puertos con centros de producción, por ejemplo la fábrica de Opel en Figueruelas, superando un problema «que no tiene que ver con la capacidad del sistema portuario, sino con su falta de conexión con las principales redes viarias, especialmente las ferroviarias», expuso el ministro. Además, subrayó la incorporación de Citröen, que va a solicitar tres cupos para el trayecto entre Figueruelas y Valencia, y de otros territorios.

CANFRANC

El ministro también incidió en los compromisos adquiridos en el recorrido entre Huesca y Canfranc. «El proyecto, que incluye 3 planes de renovación de vías y uno más acerca de la seguridad, estará acabado antes de final de año y vendremos a presentarlo a Aragón», indicó De la Serna, que cifró el coste en 75 millones de euros.

Por su parte, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, precisó que hay dos conexiones ferroviarias importantes para la comunidad, «complementarias ambas, el corredor atlántico-mediterráneo y el Canfranc». Frente al modelo heredado de una «España radial, que va contra toda la lógica», el presidente aragonés defendió un concepto de España «en red» que será «la solución definitiva del encaje de todas las comunidades en un modelo de país».