El responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, detalló ayer la propuesta que ha mandado al resto de grupos municipales para que los locales comerciales puedan convertirse en viviendas. Mañana Serrano se juntará con el resto de portavoces para debatir el asunto, que él pretende resolver este mismo mes. Así, el de Urbanismo espera poder aprobar la modificación 176 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) -que es la que permitiría el cambio de uso en los locales-, en la comisión y el pleno que habrá a finales de julio.

La propuesta de Serrano incluye un listado de calles en las que se prohibirán estas transformaciones. El objetivo es impedir la especulación en zonas comerciales en las que esta medida pudiera frenar la creación de nuevos negocios. Así, basándose en un informe de Ecos, se han excluído grandes vías como Tomás Bretón, avenida Cataluña, avenida Navarra y Pedro María Ric, entre otras muchísimas otras. La propuesta de Serrano también deja fuera a la mayoría de calles del centro de la capital aragonesa, las de la zona B del PGOU, que se refiere a la «ciudad histórica». Los locales en la calle Alfonso, Don Jaime, paseo Independencia, Constitución y calle Mayor, y decenas de calles más también de similar índole, tampoco podrán convertirse en viviendas.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

En los casos permitidos, el objeto del cambio de uso es precisamente dinamizar zonas degradadas de la ciudad en las que existen locales vacíos desde hace mucho tiempo. La Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza (Ecos), realizó en el año 2016 un estudio sobre el número de locales vacíos en un total de 19 ejes comerciales de la ciudad y 40 vías secundarias.

Entonces se detectaron casi un 40% de los locales vacíos. Con la presente medida se pretende crear nuevas oportunidades y salidas a algunos de estos inmuebles y revitalizar estas zonas. Según Serrano, esto sería incluso beneficioso para el comercio, dado que aumentaría la población dentro de «la ciudad consolidada».

Por otra parte, el edil de Ciudadanos se preocupó por explicar que la intención de su propuesta evitaría también el surgimiento de «infraviviendas» o casas que no tengan las mismas condiciones de habitabilidad que las viviendas tradicionales. En este sentido, Serrano también recordó que este cambio en el PGOU consta en los acuerdos del pacto para el futuro de Zaragoza.

Y este asunto es el que le ha costado al responsable de Urbanismo las primeras críticas por parte de la oposición. El concejal portavoz de Urbanismo del PSOE, Horacio Royo, reprochó a Serrano haberse enterado por la prensa de la propuesta, que formalmente recibieron ayer, a pesar de que el de Ciudadanos aseguró ayer que la enviaron el pasado viernes. Por otra parte, el socialista ha pedido que se excluyan del debate de la modificación del PGOU algunos puntos «que nada tienen que ver con la posibilidad de que haya locales que se transformen en viviendas». «Si esta medida se aprobó por consenso en el pacto para el futuro ahora el Gobierno de la Ciudad no puede pretender aprobarla sin apenas tiempo para que el resto de grupos la estudiemos a fondo», dijo.

¿SUBIRÁN LOS PRECIOS?

Las agencias inmobiliarias han recibido esta propuesta esperanzados. Tanto Miguel Ángel Gómez (de la consultora Richard Ellis) como Andrés Ibáñez (de la agencia GTI) han resaltado en declaraciones a este diario lo «positivo» del cambio en el PGOU, que permitirá «crear nuevas opciones» para los dueños de los locales. Eso sí, ambos señalan la importancia de regular la forma en la que se tendrán que llevar a cabo las transformaciones para evitar crear viviendas sin condiciones dignas. Coinciden con Serrano, además, al señalar que la modificación del PGOU no tendría que alterar el mercado de locales en cuanto a los precios, pues la oferta de estos inmuebles sigue siendo mayor que la demanda.

Por contra, en internet ya han surgido anunciantes que han subido el precio de sus locales al enterarse de las intenciones del Gobierno de Zaragoza. Es el caso de Sergio, que tiene un local en el barrio Oliver que ahora vende por 33.000 euros. Hasta ahora lo tenía por 29.000, una cantidad que es «un 60% inferior» al precio al que compró el local en el año 2006.

«Llevaba tiempo pensando en convertir el local en vivienda porque alquilarlo no era rentable, pero los trámites eran muy complicados. Ahora espero que se facilite, aunque habrá que ver en qué circunstancias se pueden cambiar los usos», cuenta.

Fernando Baena, del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, también se mostró satisfecho por la propuesta de Serrano, dada la situación del mercado del alquiler de locales. En los últimos años los precios no han parado de bajar, «y con la pandemia la situación ha empeorado». «Es una propuesta positiva», dijo.