La consejera de Educación, Dolores Serrat, admitió ayer que la resolución de las diferencias con la Universidad de Zaragoza es "difícil, pero no imposible" aunque volvió a reprochar al rectorado la presentación "a bote pronto y sin avisar" del requerimiento por el que exige a la DGA más de 50 millones de euros.

La titular del departamento se refirió de ese modo al rector, Manuel López, que, el pasado martes, aseguró que las negociaciones entre ambas instituciones no se han reanudado desde el pasado mes de julio, algo que negó posteriormente el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro. "No tengo mucho más que añadir a lo que dijo el consejero, pero es cierto que el diálogo es fluido debido a muchos temas de gestión ordinaria", aseguró Serrat.

En este sentido, la consejera, que visitó las nuevas instalaciones de Primaria del colegio Julio Verne, admitió las "discrepancias" con la universidad, aunque subrayó que "seguiremos trabajando para dar respuesta a las necesidades de la universidad".

Serrat también insistió en que la decisión del Ayuntamiento de Zaragoza de recurrir la sentencia judicial que permitió la cesión de suelo público para la construcción de un colegio concertado en Valdespartera ha provocado, en su opinión, que Aragón haya "perdido" una "gran oportunidad que será muy difícil de recuperar", aunque no aclaró si la entidad que había presentado un proyecto para la edificación de un colegio desde Infantil hasta Secundaria y FP continúa interesada. "Están sorprendidos por el hecho de que no se haya atendido su oferta, pero no nos han hecho llegar si siguen interesados o no, aunque hay que entender que invertir en una zona en la que parte de ella no te quiere es complicado" En este sentido, anunció que "hay otros interesados".

Serrat también indicó que el Gobierno aragonés ha recurrido la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) que obliga al departamento a aprobar en tres meses una nueva oferta de empleo público complementaria a la aprobada en febrero del 2014 al no cumplir las exigencias.