La consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat, considera "excesiva" la dependencia que la Universidad de Zaragoza tiene de la financiación que recibe de la Administración pública, cuando tiene "margen" para captar recursos externos.

En respuesta a una interpelación formulada por el PSOE en el pleno de las Cortes de Aragón, Serrat ha apuntado que se debe reformar el actual sistema de financiación de la Universidad de Zaragoza (UZ) y definir con "claridad" la aportación de la Administración y la contribución del sector privado.

En este sentido, ha comentado que actualmente la UZ recibe un 3,7% de fondos externos para la prestación de servicios y un 3 por ciento para investigación del total de sus presupuestos, que este año ascienden a 251.678.206 euros, un 2,4% menos que en 2013.

Por su parte, el Gobierno de Aragón ha mantenido para este año la transferencia básica a la UZ (142,2 millones de euros) ha recordado Serrat, quien ha anunciado que la comisión mixta entre el departamento y la institución para hablar de financiación e infraestructuras está prevista "a corto plazo", sin que haya concretado la fecha.

En cuanto a la reforma del sistema universitario planteado a nivel nacional, Serrat ha apuntado que, por ahora, lo único que hay encima de la mesa es un documento aportado por un comité de expertos en febrero de 2013.

Un expediente en el que se pone de manifiesto que uno de los "problemas" de la universidad es que han crecido con "el mismo patrón" con el objetivo de ofrecer un mayor número de titulaciones en los campus.

"Se han creado universidades generalistas, cuando lo que se necesita son universidades especialistas", ha manifestado.

Ha defendido también la necesidad de captar un mayor número de alumnos extranjeros, ya que ahora suponen sólo el 4,5% del total, la mayoría en los cursos de postgrado.

Por su parte, la diputada socialista Mayte Pérez ha criticado que la transferencia del Gobierno a la Universidad de Zaragoza se haya congelado, porque supone, a su juicio, una consolidación de los "recortes".

Con esta financiación, la UZ, ha dicho, no puede plantear nuevos proyectos para atender los desafíos de la educación superior, porque está centrada en mantener el funcionamiento diario, llegando a plantear el cierre de algunas facultades ante la escasez presupuestaria.