Las comisiones de Infecciones y de Farmacia del hospital Miguel Servet de Zaragoza, en coordinación con la dirección del centro, han puesto en marcha un Programa de Optimización del Uso de los Antimicrobianos (PROA) con el fin de luchar contra la resistencia a los antibióticos que presentan algunos pacientes durante su estancia en el hospital.

"Conocemos desde hace tiempo que estas situaciones estaban aumentando progresivamente, tanto a nivel local como mundial. De hecho, esta resistencia es ya considerada como una amenaza para la salud pública y hace diez años las autoridades sanitarias ya se pusieron en alerta. Lo que hacemos ahora es poner en marcha unos protocolos y controlar más al paciente", explicó ayer María José Revilla, jefa del servicio de Microbiología del hospital Miguel Servet.

Más de un 60% de las personas ingresadas requiere tratamiento antibiótico, según precisó ayer el Departamento de Sanidad, aunque de ese porcentaje se desconoce cuántos pacientes mostrarían resistencia a esta medicación. "Depende de si está en un hospital o en un servicio de Atención Primaria, según el grado y la afección que tiene la situación varía, por lo que no se puede hacer una estimación. Por ejemplo, en una infección urinaria puede haber un 8% de los pacientes que presente resistencia al antibiótico y en otra patología ser mucho más o menos", señaló Revilla.

PRESCRIPCIÓN

A partir de ahora, los especialistas trabajarán para vigilar el uso adecuado de la prescripción idónea en el momento preciso.

Los microorganismos son seres vivos que reaccionan ante las agresiones defendiéndose. Al utilizar los antibióticos contra ellos, pueden mostrar resistencia a éstos, dejando de funcionar en las personas que los necesitan cuando sufran una infección. "El programa contiene varias actividades que se aplicarán en función de los casos. Algunas actuaciones estarán dirigidas a un paciente en concreto y a su resistencia, y otras serán de vigilancia sobre la incidencia de infecciones", precisó Revilla.

Desde el departamento de Sanidad destacaron que la formación de profesionales y pacientes es "fundamental" para poder hacer un uso adecuado del medicamento y evitar la proliferación de bacterias invulnerables a los actuales tratamientos. "Se está trabajando en la elaboración de guías de trabajo para difundirlas entre los profesionales y sepan qué pasos seguir", detalló la doctora del Servet.