El hospital Miguel Servet de Zaragoza mantiene cerrada la segunda planta de Traumatología a pesar de la saturación y el colapso existente en Urgencias. La planta, que antes pertenecía al hospital General y que se abre en situaciones de emergencia, continúa cerrada a pesar de que el propio personal del centro denuncia el "caos" existente como consecuencia de la "enorme demanda asistencial" en Urgencias y la gran cantidad de personas que deben esperar durante muchas horas antes de ingresar en planta.

De hecho, la Plataforma contra la Privatización de la Sanidad denunció ayer que "el cierre de plantas hospitalarias ha colapsado los servicios de Urgencias". En este sentido, los propios trabajadores del centro confirmaron que la planta novena de Traumatología "ha estado cerrada durante varios meses y tras su apertura se clausuraron la mitad de las camas de las plantas tercera, sexta y octava" y añadieron que "hasta que la situación en Urgencias no superó el nivel de colapso, la dirección no se dignó a abrir estas plantas cerradas, lo cual se hizo de forma apresurada y sin dotarlas con la medicación y equipamiento necesario".

Además, según ha podido saber este diario, también se encuentra cerrada la mitad de la planta 5ª de Maternidad, así como dos habitaciones en la unidad de infecciosos como consecuencia de unas obras.

"Los recortes en sanidad han llevado a tener medio hospital cerrado, mientras las urgencias estaban rebosadas", criticó la plataforma, que aseguró que los profesionales de enfermería de Urgencias "han solicitado por escrito, sin éxito" a la dirección del centro un aumento de la plantilla dado que la situación era "claramente caótica".

"Sin duda el hecho de que existieran plantas de hospitalización cerradas contribuye enormemente a que los pacientes se acumulen por los pasillos, ocasionándose altas de urgencias de forma precipitada, conllevando reingresos por urgencias en muchas ocasiones, y haciendo que el supuesto ahorro sea inexistente", añadieron desde el colectivo, que subrayó, además, que "se ha dado de alta a pacientes que requerían ingreso hospitalario, por lo que estos pacientes volvieron a ingresar en urgencias".

En este sentido, una enfermera reconocía a este diario que "es imposible trabajar en estas condiciones" y admitía que la situación es "insoportable" por culpa del "caos organizativo".