El servicio sociosanitario de atención de emergencias para personas mayores en el hogar del Ayuntamiento de Zaragoza ha realizado desde sus inicios, en abril del 2018, un total de 677 asistencias de urgencia. De media, los equipos destinados a este programa realizan 44 visitas domésticas mensuales. En la mayoría de los casos se trata de octogenarios.

Este programa, que se puso en marcha el año pasado, está dirigido a personas de avanzada edad que no son usuarias de la teleasistencia y pretende dar respuesta a una problemática muy extendida entre los mayores: las caídas, fruto de las limitaciones propias de la edad.

Como habitualmente es la Policía Local la que asiste estos casos, se creó un nuevo servicio socio-sanitario para la atención de este tipo de emergencias que mayoritariamente se quedan en un susto, para facilitar la tarea de los agentes que tienen que determinar en numerosas ocasiones, y de manera más especializada, la gravedad o no de la situación para activar en su caso a las emergencias sanitarias pertinentes.

Así que Derechos Sociales y la Policía Local decidieron coordinarse para tratar de mejorar la atención de aquellos mayores que requieren de ayuda tras una caída en el hogar.

SIN DAÑOS

En los 16 meses que lleva el programa en funcionamiento se han contabilizado 677 emergencias. En la mayoría de los casos (649), la persona asistida no habría sufrido ningún daño. Solo 22 mayores acabaron con lesiones.

Según los datos facilitados por el área de Acción Social y Familia, el 88% de los mayores permanecieron en su hogar una vez asistidos; otro 6% también pero con alguna pequeña lesión por el impacto, y en el 4% de las asistencias fue necesario que los equipos sanitarios acudieran al lugar para atender al residente. Las personas que resultaron hospitalizadas se reducen a un 2%. La media de edad se sitúa en los 80 años y las mujeres son las que más se caen, un 55% de las atenciones.

Este servicio, externalizado actualmente y para el que se destinaron 18.000 euros, tiene tres pilares básicos: su carácter preventivo ante caídas, la intervención con un servicio durante 24 horas y los 365 días del año, y seguimiento personalizado.

El especialista, valora y resuelve la situación mediante la atención en el propio domicilio o el traslado a un hospital y se hace un seguimiento de la persona atendida así como su entorno para concluir si necesita algún tipo de servicio municipal complementario.

La franja horaria en la que se producen más caídas son las mañanas, entre las 8.00 y las 9.00 horas, cuando los mayores tratan de levantarse de la cama. Y los lunes suelen aglutinar el grueso de los incidentes. Inicialmente se estimó que el número de personas susceptibles de hacer uso de este servicio podría alcanzar anualmente a unas 350 o 400, una cifra que, a tenor de los resultados, podría verse superada.