El molino de viento de Sestrica, más conocido como «el palomar», será restaurado el próximo año dentro de un plan comarcal de sostenibilidad, y con una partida de 120.000 euros.

El ayuntamiento de esta localidad de la comarca del Aranda inició hace varios años una larga tarea para hacerse con la propiedad del molino, que pertenecía a unos vecinos de manera particular. Este año han podido comprarlo para que sea un bien patrimonial municipal y el consistorio pueda acceder a las subvenciones necesarias para su recuperación. «Era mi ilusión y mi idea desde que entré en el ayuntamiento», asegura el alcalde de Sestrica, Miguel Pinilla.

Según explica el primer edil, solo quedaba la firma del contrato, un proceso «inminente» para poner en marcha la actuación.

Las obras son necesarias para restaurar esta joya arqueológica aragonesa y evitar su pérdida. «Será un referente turístico muy necesario en la zona», indica Pinilla.

El monumento fue objeto de estudio de expertos que hicieron referencia a la existencia de un molino harinero de viento en Sestrica, similar a los famosos molinos manchegos.

A través de la transformación del molino, Pinilla quiere contribuir a «dar vida» a la comarca, creando un referente que atraiga a futuros visitantes, que primero pasen por Sestrica y después aprovechen para conocer otros municipios cercanos como Brea de Aragón e Illueca.

El alcalde de Sestrica subraya que el molino tenía aspas, y su intención es recuperarlas en el proceso de restauración. Aunque descarta incluir maquinaria, «porque sería costoso y difícil», señala.

El principal objetivo es la recuperación de «el palomar» para que no se hunda, ya que está muy deteriorado debido al paso del tiempo y la falta de mantenimiento en su estructura. La figura ha perdido su singular tejado y se encuentra en un mal estado.

Su restauración otorga además un valor histórico, ya que la adecuación permitirá también recordar labores antiguas del municipio, porque hasta allí iban los vecinos a moler el trigo y la cebada.

Pinilla aseguró que este es uno de los pocos molinos de viento de Aragón, y de los más pequeños que existen. Y para él es «un sueño hecho realidad» que se pueda revalorizar.

Esta no es la única actuación del ayuntamiento, ya que también se ha propuesto recuperar los antiguos alfares la localidad, un proceso que, según el alcalde, ya ha empezado.