La expansión del Aeropuerto de Zaragoza está cada vez más cerca. El proceso de licitación de la nueva terminal de mercancías ha dado un nuevo paso, con la apertura de las ofertas presentadas para ejecutar la obra, que en el mejor de los casos entrará en servicio dos años más tarde de la fecha prevista inicialmente, que era el verano del 2020. El proyecto parte de un presupuesto base de casi 3,6 millones euros (sin IVA) y el plazo de ejecución es de 13 meses. El gestor aeroportuario Aena ha recibido un total de cinco propuestas, una de las cuales ofrece una rebaja económica del 10,11% por debajo del importe de salida marcado, mientras que otra ha sido excluida.

Se trata de un proyecto clave para que la pista aragonesa siga creciendo en carga y, principalmente, el mayor usuario de estas instalaciones, Inditex, que utiliza la plataforma aérea de Garrapinillos para realizar los envíos internacionales de Zara. Esta cadena de moda acapara más de dos tercios de los movimientos y es la que ha llevado al aeropuerto a situarse como el segundo de España en mercancías desde el año 2019.

De las cinco ofertas que han pujado por la obra, la propuesta económica más baja tiene sello aragonés. En concreto, la ha presentado la unión temporal de empresas formada por dos compañías del grupo zaragozano Marco (Indutec Intalaciones y Marco Infraestructuras y Medio Ambiente) y la madrileña Insae, especializada en el mercado aeronáutico, que han ofrecido un presupuesto de 3,2 millones de euros, un 10,11% menos del precio de salida de la licitación.

Le sigue el grupo OHL —a través de su filial Obrascón Huarte Lain—, con una oferta un 2,15% inferior, mientras que las constructoras valencianas LIC (Levantina de Ingeniería y Construcción) y Contratas Vilor han presentado sendas propuestas que igualan el importe del concurso de Aena. La otra ute que concurría, compuesta por la firma de asfaltos Tecnofirmes y Consvial, ha sido excluida del proceso.

Retraso y precedentes

Si todo sigue su curso, los trabajos se prevé que comiencen el próximo otoño, por lo que no será hasta finales del 2022 cuando entre en operación esta nueva infraestructura.

Las obras fueron inicialmente adjudicadas a Acciona en la primavera del 2019 por un importe de 3,3 millones de euros, un 14,4% por debajo sobre el presupuesto de salida. Pero las obras, a la que optaron entonces nueve empresas, no llegaron a arrancar porque el adjudicatario pidió que se revisara al alza el precio de la actuación. Aena lo rechazó y tuvo que volver convocar una nueva licitación. Más recientemente, el proceso se vio demorado además por la pandemia y la suspensión temporal de contratos públicos que se produjo al inicio del primer estado de alarma.