Esta vez el nombre no le hizo justicia a la calle desengaño. A Tomasa Bueno, le habían dicho muchas veces eso de "a ver si arreglaba la fachada", pero ella contestaba que no tenía dinero para hacerlo. Su antigua casa de piedra llevaba más mal que bien el paso de los años a pesar de formar parte de un precioso entorno articulado por la muralla de la torre.

"Mucha gente me aconsejaba que picara las paredes para recuperar su belleza original, pero yo siempre les decía que no podía permitírmelo y que si querían picar ellos yo, a cambio, les invitaría a comer", explica Tomasa. Pero al final la propietaria de este edificio, se decidió a hacerlo, y no ha tardado mucho en darse cuenta de que no la engañaban. La pasada semana, esta vecina de Sos del Rey Católico recibía el premio de Restauración de Fachadas de la Diputación Provincial de Zaragoza por "ennoblecer la fachada dotándola de un mayor valor arquitectónico".

"Lo que más ilusión me hace es la gran repercusión que ha tenido la noticia en el pueblo", aseguraba Tomasa sin quitarle el ojo ni un instante al cheque de 7.500 euros. La ganadora señaló que a raíz de su premio otros vecinos se han animado a hacer lo mismo. "Ayer me dijo una amiga que iba a restaurar su fachada para ganar el próximo premio", indicó Tomasa tras recibir el cheque. El jefe del Servicio de Restauración, Pedro Navarro, destacó durante la entrega el "acierto" de la empresa Construcciones Calderón en el revocado de la mampostería.

Una reforma de ´locos´

La original reforma de un caserón situado en el casco antiguo de Calatayud recibió el segundo galardón. La sociedad Ibaritz le ha dado un uso residencial a este inmueble del siglo XVI que en los últimos años había sido carne de los okupas. El gerente de esta empresa, Nicolás Marceau, explicó que cuando comenzaron este proyecto los vecinos de la calle Gotor le preguntaban si estaba loco por atreverse a invertir en esa zona.

"Incluso ahora me dicen que ha quedado muy bien, pero se extrañan de que lo hayamos hecho allí", aseguró Nicolás. En la actuación fue necesario realizar una reforma estructural, principalmente porque el edificio se encontraba en mal estado, pero también por el cambio de costumbres."La gente ya no quiere vivir en grandes estancias", apuntó el gerente de la empresa.

De hecho, las doce viviendas que se han reformado son todo lo contrario: oscilan entre 30 y 50 metros cuadrados. Pero eso sí, ya están todas ocupadas. Nicolás Marceau explicó que se ha conservado todo lo posible, como se ha hecho con las columnas del patio de entrada.

El jefe del Servicio de Restauración de la DPZ, señaló que está obra ha contribuido a "rescatar" la histórica calle donde se ubica. Mientras, la diputada de Restauración, Marisa Fanlo, avanzó que el plazo de presentación de candidaturas de la próxima edición finaliza el 31 de marzo y que todo el que quiera puede participar directamente dirigiéndose a la Diputación de Zaragoza.