Recibió con profunda emoción el Aragonés de Honor que le concedió este diario en 2002. Lágrimas sinceras y sentidas porque nunca antes Aragón le había reconocido, y bien que le dolía.

Compartimos mesa en la cena y recurrió a un rodillazo cómplice para cambiar el tercio de una conversación que había iniciado un diputado turolense, también en la mesa. "Si pudieras hacer algo por Teruel" le pidió el político, y Pertegaz, con voz pausada pero rotunda le respondió: "Solo sé hacer una cosa, señor, coser moda y mostrarla".

Era la misma respuesta que cuarenta años antes había dado al gobernador civil de Teruel cuando le pidió que hiciera algo por su tierra y el modisto, que ya había recibido el Oscar de la Moda de la Universidad de Harvard, organizó un desfile en el Parador Nacional al que asistieron sus principales clientas, desde Carmen Franco a Bibis Salisachs, y que acaparó las páginas del Hola y muchos minutos del noticiario No-Do.

Con tan fausto motivo en Olba, su pueblo natal, le hicieron un cálido homenaje: "Cuando entré en el pueblo las campanas repicaron en mi honor", relataba muy satisfecho. Y esa vez fue el alcalde el que le suplicó, "si pudieras hacer algo. No tenemos agua, solo esa fuente". Y yo, siguió explicando Pertegaz, hice lo único que podía hacer, telefonear al gobernador civil y decirle que era una vergüenza que mi pueblo no tuviera todavía agua ni vertido.

"¿Y-?", pregunto intrigado el diputado turolense. "Pues que poco tiempo después el agua llegaba a las casas de mi pueblo porque esas cosas las tienen que hacer ustedes. Yo solo sé cortar telas y coserlas", aseguró. Me dio un rodillazo y empezamos a buscar juntos a las mujeres más elegantes de la fiesta que, según él, eran muchas.

Periodista