-La anterior directora general fue cesada por la falta de celeridad a la hora de abordar los asuntos del departamento. ¿Cómo se los ha encontrado?

-Esta claro que, teniendo en cuenta los plazos que quedan, es necesario agilizar algunos asuntos. Uno de esos es el plan de gestión integral de residuos, en el que ya estamos trabajando directamente. Y estamos avanzando en una estrategia de biodiversidad que nos marcará el marco general para desarrollar la Red Natura, en la que también llevamos cierto retraso.

-¿Qué prioridades se marca para los próximos dos años?

-Las líneas son las mismas que al principio. Estamos siguiendo una propuesta determinada marcada por el consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, con todo su equipo. Yo lo que he hecho ha sido subirme al tren. Y se intentará dentro de mi área agilizar todos los asuntos en los que estamos trabajando.

-¿Cree que la consejería de Desarrollo Rural está más volcada en la gestión agraria que en la medioambiental?

-La consejería es de Desarrollo Rural y Sostenibilidad. Eso lo explica todo. Cuando se habla de desarrollo sostenible también estamos hablando de terrritorio. Y ahí existe una parte rural muy importante. Estamos trabajando en asuntos de cambio climático que están muy relacionados con la gestión ganadera. Hablamos de todos los impactos de carácter ambiental que existen en el territorio. Hablar de sostenibilidad es hablar de territorio, de sociedad y de aspectos ambientales. No se pueden perder de vista las tres áreas. Además, tenemos que tener en cuenta que el desarrollo tiene que ser eficiente desde un punto de vista económico.

-¿Qué le parece el varapalo de la Cámara de Cuentas al pasado plan de saneamiento?

-Es un asunto que se trabaja desde el Instituto Aragonés del Agua. No quiero entrar en un área que no es estrictamente la mía. El departamento ya ha dado su opinión.

-Se asume que la descontaminación del lindano requiere fondos adicionales de una enorme cuantía. ¿Cree que se conseguirán alguna vez?

-En el problema del lindano ya existe algo muy importante: un plan. En los dos meses que llevo al frente de la dirección general veo que es fundamental tener definidas las líneas de trabajo. Estamos hablando de muchas décadas de tener el problema latente sin que se haya abordado de forma directa, eficaz y planificada. Los criterios y los objetivos ya están claros. Da mucha fiabilidad. Además, está muy meditado y es muy transparente. Los centros en los que se está trabajando, por ejemplo, se abren siempre que es necesario. Y con los fondos que se van recibiendo, sean propios o de proyectos europeos, es con los que se está trabajando.

-Por ahora la aportación real en los presupuestos autonómicos es muy modesta...

-Actualmente tenemos unos gastos fijos a los que podemos hacer frente. Son los correspondientes al mantenimiento del vertedero, a las labores de control, de depuración y de bombeo de la parte líquida para extraer los residuos. Esta labor de control y de evitar riesgos tienen un presupuesto de fondo completamente suficiente. El resto de aportaciones se han planificado siendo realistas con lo que vamos a necesitar.

-¿Y son optimistas?

-Lo cierto es que no tenemos una solución. Es decir, no existe un mecanismo que nos diga que invirtiendo tanta cantidad tenemos el problema solucionado. Eso no existe. Por eso estamos trabajando con distintas universidades haciendo pruebas. Además, proyectos viables en otras zonas de Europa no son útiles aquí al no tener el mismo tipo de geología ni la misma composición de los residuos. Estamos probando para lograr resultados. Si la solución fuera invertir dinero, sería sencillo.

-¿Cuáles son los próximos pasos en la descontaminación?

-Estamos haciendo pruebas constantemente. Por ejemplo, se está abordando la descontaminación con agentes biológicos. Ahora estamos trabajando en la compra pública de innovación. No decimos: «esto es lo que necesitamos», pues no tiene sentido desde el punto de vista de la innovación. Queremos conocer proyectos en los que se esté trabajando que puedan dar resultado aquí. Estas líneas de trabajo se han marcado con el comité científico y con los investigadores que trabajan en el terreno. Y es evidente que algunas vías se pueden presupuestar y otras no.

-Los colectivos ecologistas denuncian falta de participación a lo hora de redactar los planes de la Red Natura.

-Tenemos planes elaborados que han salido a información pública. Estas entidades ya han presentado sus alegaciones y se están adaptando para dar respuesta a las aportaciones. En términos generales será la estrategia de biodiversidad, en la que se está trabajando, la que nos marque qué adaptaciones tenemos que hacer en estos planes. Los estamos readaptando a las nuevas estrategias con un trabajo tremendo.

-¿Qué planes tiene para los espacios protegidos? La convivencia entre la protección y los vecinos es complicada...

-En los dos meses que llevo en el cargo he participado en varias reuniones con estos colectivos. Tanto alcaldes como propietarios. Hemos recogido sus propuestas y les hemos explicado la situación presupuestaria. Ahora tenemos que estudiar cómo se encajan en el modelo y en las ayudas disponibles. No podemos olvidar que los municipios dentro de las figuras de conservación tienen que conocer las ventajas que tienen por estar en estos lugares, pero debemos compensar las restricciones a las que están obligados.

-¿Se retomará a corto plazo la actividad del Aula de Medio Ambiente Urbano?

-Tenemos un proyecto concreto para un nuevo espacio. Este año trataremos de habilitar los contenidos. Además, queremos cerrar una nueva estrategia de formación ambiental con todos los implicados.