«Cuando un familiar sale a la carretera N-II sentimos verdadero miedo», aseguró el alcalde de Candasnos, Miguel Antín, a la hora de valorar los dos nuevos muertos registrados en la vía. Recordó que además del numeroso tráfico de mercancías que soporta la carretera, los propios vecinos de la comarca tienen que hacer uso del trazado para acudir a Fraga o, incluso, los propios escolares que van a Bujaraloz en autobús. «Cuando tardan cinco minutos más de lo previsto ya lo pasamos mal porque puede pasar cualquier cosa», reconoce.

El dirigente exige que se tomen medidas urgentes para evitar el «reguero de muertos» y también los accidentes que no acaban en tragedia. «El pasado sábado nos dijeron que hubo dos heridos graves», señaló.

Antín explicó que existe la posibilidad de crear una plataforma para llevar las exigencias de liberalización o desdoblamiento a las autoridades.