Enrique García Sánchez ha sido condenado a siete años de prisión por tratar de estrangular a su mujer y a su hija en su casa de Zaragoza, la madrugada del 5 de octubre del 2012. El Tribunal Supremo obligó a repetir el juicio en la Audiencia Provincial por haberse denegado al hombre la aportación de un informe psicológico que reflejaba que había perdido el control por su depresión y sus celos.

Los magistrados le rebajan la pena tres años respecto a la anterior, por la alteración mental y porque indemnizó a las víctimas. Pero siguen considerando los hechos como intentos de asesinato, ya que solo dejó de estrangular a su esposa --para pasar a su hija de seis años-- cuando estaba inconsciente, y la creía muerta. También creen que si le dijo a la Policía "las quería mucho, pero lo tenía que hacer", fue porque estaba convencido de haberlas matado.