Rachid Belarabi ha sido condenado a cinco años y cinco meses de prisión por haber matado por imprudencia a su hija M., de apenas un mes de edad, y maltratado igualmente sin intención al hermano de esta I, lo cual a su vez constituye un ataque a su integridad moral. Su mujer, Bouchra Sadki, ha sido igualmente condenada a dos años y cinco meses de cárcel por el maltrato (cinco meses) y el delito contra la integridad moral (dos años), si bien no fue condenada por el homicidio, que le supone tres años de cárcel a su marido.

El juez les impone además una orden de alejamiento de un año respecto al niño, que al igual que su hermana mayor se encuentra actualmente bajo custodia del Gobierno de Aragón. Y tendrán que indemnizarle con 3.000 euros.

La sentencia, que ha comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), responde al veredicto del jurado, que consideró al matrimonio responsable del maltrato y el homicidio pero no de forma intencionada, sino por no respetar las más elementales normas de cuidado. Los forenses, concretamente, apreciaron el llamado síndrome del bebé zarandeado en ambos menores. Un movimiento brusco y continuado que, en el caso de la niña, la llevó a morir por hemorragia cerebral -también tenía tres golpes en la cabeza, pero no le causaron la muerte- y en el caso del niño le causó hasta 15 fracturas óseas.

Tanto la Fiscalía, que solicitaba una condena por homicidio doloso (intencionado), como la defensa, a cargo de Eladio Mateo, apuntaron tras el veredicto a un probable recurso ante el TSJA.