Impulsar el desarrollo común de una de las zonas más despobladas de Aragón y crear las condiciones para que surjan nuevos proyectos emprendedores son los principales retos del proyecto Montsec de Aragón, cuya puesta de largo tuvo lugar ayer en la Diputación Provincial de Huesca. El objetivo de la creación de esta marca es poner en valor el turismo creciente en torno a las pasarelas que cruzan las hoces del río Noguera Ribagorzana, de forma que se convierta en un motor socioeconómico de la zona. Para ello se recurrirá a una estrategia ordenada y planificada en el área de influencia de este territorio de la Ribagorza.

Así lo expusieron el alcalde benabarrense, Alfredo Sancho, y el de Viacamp y Litera, Alfredo Pociello. Además de estos municipios, hay otros cinco implicados: Estopiñán del Castillo, Arén, Tolva, Puente de Montañana y Sopeira. También participa Benabarre Sabor, que aglutina a los productores agroalimentarios de la zona. En el acto participaron tanto representantes empresariales como de los ayuntamientos, así como la presidenta comarcal de la Ribagorza y alcaldesa de Tolva, Lourdes Pena, junto a Rocío García, responsable del proyecto y María José Sánchez, técnico de desarrollo en Benabarre.

«No estamos presentando una campaña de promoción del territorio, es algo más», señaló el alcalde de Benabarre, desde donde se coordina la iniciativa. «Se trata de que, a partir de una marca turística única y de calidad, se pueda fijar población, sumar a la iniciativa privada para lograr el desarrollo económico de la zona, que los emprendedores puedan seguir su actividad o establecerse allí y que nuestra gente se sienta empoderada y orgullosa del territorio y lo venda como algo suyo, y no solo lo hagan las instituciones», resumió Alfredo Sancho.

Los participantes en la presentación coincidieron en señalar que se ha querido potenciar su carácter aragonés en el nombre de la misma para poner esta zona de la Ribagorza «en el mapa», puesto que «cuando se habla del Montsec, parece que todo el mundo piensa en Cataluña».

A ello está contribuyendo el éxito de las pasarelas de Montfalcó, que han hecho que en un año se triplique el número de turistas en la zona y se alargue su estancia. Anualmente las visitan más de 100.000 personas, que dejan 2 millones de euros.