La Policía Nacional ha detenido a siete personas por tráfico de drogas en la ciudad de Teruel, en el marco de la operación Black Dog. La intervención empezó el pasado 23 de mayo, con el arresto de tres sospechosos, y siguió el 18 de junio gracias a los datos recabados en la investigación. La Policía ha intervenido un kilo y medio de marihuana, 30 gramos de cocaína, 84 unidades de MDMA y 160 gramos de cristal, así como útiles para el tráfico de drogas, ocho terminales telefónicos y un vehículo utilizado para la distribución de las sustancias estupefacientes. Asimismo, los agentes confiscaron cierta cantidad de dinero. Las pesquisas se iniciaron en el mes de enero, cuando funcionarios de la Comisaría de Teruel observaron que un grupo de personas distribuía drogas en distintas zonas del casco de la ciudad. El objetivo de los sospechosos era cortar la droga para aumentar sus ganancias.