El zaragozano de 10 años que ingresó el miércoles en la uci tras abrasarse mientras jugaba con alcohol y un mechero continúa ingresado en la uci pediátrica del hospital Miguel Servet de Zaragoza. Allí entró con quemaduras en el rostro y tórax. Según fuentes consultadas, permanece sedado y evoluciona favorablemente, por lo que, inicialmente, no va a ser necesario su traslado a la unidad de quemados de dicho centro.

Sus dos amigos, que también fueron asistidos por los sanitarios por quemaduras leves, fueron dados de alta y ya se encuentran con sus familiares. La Jefatura Superior de Policía de Aragón calificó el suceso de «accidente fortuito».

Como adelantó este diario, todo ocurrió sobre las 20.30 horas en la calle Santa Inés, en el zaragozano barrio del Gancho. Según explicó Xiaoren Gao, propietario de un bazar chino situado en esa vía, los niños «habían comprado una botella de alcohol de 96 grados en un supermercado cercano». «Entraron corriendo y alborotados a mi establecimiento, cogieron un mechero y sin darnos tiempo de nada se fueron. Dejaron una moneda de 50 céntimos sobre la mesa», señaló.

Les perdieron de vista hasta que, de repente, les volvieron a ver, uno de ellos envuelto en llamas. Entraron al bazar y ahí le apagaron las llamas.

Fue tan escandaloso lo ocurrido que los clientes de las terrazas de los bares cercanos, así como vecinos que en ese momento pasaban por esta calle próxima a la calle Conde Aranda y a la plaza Europa, acudieron en ayuda de los tres menores. Rápidamente se trasladaron al lugar tres ambulancias del 061 que, después de ser estabilizados, desplazaron a los niños a dicho centro hospitalario.

El Cuerpo Nacional de Policía abrió diligencias para investigar si alguna persona puede ser responsable penalmente de que los menores tuvieran acceso a esos materiales que unidos demostraron ser muy lesivos.

Las grabaciones de seguridad de las cámaras del establecimiento chino podrán dar luz sobre lo ocurrido y confirmar el relato de hechos ofrecido por el dueño del mismo. También recogieron el mechero y la botella de alcohol que serán analizados por la Policía Científica.