El titular del Juzgado de Instrucción número uno de Ejea de los Caballeros liberó a los dos jóvenes detenidos en la madrugada del domingo por la muerte del agricultor Delimiro Martínez Vicente, de 41 años y que falleció electrocutado un día antes en una granja de Tauste, pero mantuvo las imputaciones contra ellos.

Los sospechosos son José M. B., propietario de la granja e imputado por presunto homicidio, y Raúl R. G., trabajador de la misma al que se le atribuye un supuesto delito de encubrimiento.

El cadáver de la víctima fue hallado en el transformador eléctrico de la granja sin que los dos imputados conozcan las razones de su presencia en el lugar, ya que no tenía ninguna relación con la explotación. La presencia de unas gotas de sangre cerca de la caseta eléctrica y el hecho de que la víctima presentara restos de cocaína en el análisis de orina provocó las sospechas de la Guardia Civil.

Los agentes recogieron muestras de la sangre para su análisis y procedieron a registrar la granja y, al parecer, la vivienda de Raúl R.. Las sospechas contra este último fueron provocadas por un llamada telefónica realizada por éste a sus familiares para avisarles del registro, pero el imputado alega que solo les llamó para que no se preocuparan.

Los detenidos, ambos de 24 años, pasaron la noche del sábado al domingo en los calabozos de la Policía Local de Ejea, pero fueron puestos en libertad después de que los forenses informaron de que el cadáver no presentaba señales de violencia, salvo las producidas por la electrocución.

Los sospechosos comparecerán cada 15 días en el juzgado, y su abogado, Javier Osés, rehusó hacer declaraciones, por entender que el caso "se ha sobredimensionado".

El fallecido, casado y con dos hijas, cultivaba un terreno en Sancho Abarca y trabajaba la gasolinera de Tauste.