El Ayuntamiento de Sijena ha recurrido la designación del letrado de la Generalitat para la defensa del exconsejero de Cultura Santi Vila en la causa penal abierta en los juzgados de Huesca por su negativa a devolver a Aragón parte de los bienes de su monasterio que estaban depositados en Lérida.

Vila y su sucesor en el cargo, Lluis Puig, actualmente fugado de la Justicia en Bélgica, están llamados a declarar el próximo 25 de abril en el Juzgado de Instrucción nº 3 de Huesca para declarar por estos hechos en calidad de investigados por presuntos delitos de desobediencia a la autoridad judicial y prevaricación.

Según informa el letrado del consistorio altoaragonés, Jorge Español, la designación del abogado de la Generalitat para asistir a Vila en el proceso es «ilegal» ya que un letrado de una Administración de Justicia no puede actuar en una causa penal contra otra. Además, en el caso de que esta defensa fuera posible, la designación debería autorizarse por el presidente de la Generalitat o por el consejero de Cultura, que ejercen ahora en funciones, mientras sigue vigente la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, la vicepresidenta del Gobierno español y el ministro de Cultura.

Sin embargo, afirma, la designación del letrado de Vila ha sido autorizada, de acuerdo con la documentación presentada, por la secretaria general del Departamento de Cultura de la Generalitat, Dolores Portús, lo que invalida, a su juicio, el nombramiento al no estar autorizada.

Españoa añade que, de ser validado el nombramiento, sería la primera vez que un letrado de la Generalitat ejerciera la defensa de un miembro del Gobierno de Carles Puigdemont en una causa penal. Por su parte, Lluis Puig, refugiado en Bélgica, ha designado para su representación al jurista Jaume Alonso-Cuevillas, encargado de coordinar la defensa de Puigdemont desde España, una representación que Español considera «sorprendente».

El consistorio denunció a ambos por incumplir la sentencia que obligaba a devolver 44 piezas del patrimonio de Sijena que permanecían en el Museo de Lérida.