Una empleada del salón de juegos de Caspe, simuló ser atacada en un robo con violencia, del que luego resultó ser presuntamente cómplice, según demuestran las investigaciones del equipo de policía judicial de la Guardia Civil.

Los hechos ocurrieron en octubre del 2016 en el salón de juegos donde la empleada fue asaltada tras el cierre del local y los ladrones se llevaron 14.000 euros. Durante la investigación se realizaron multitud de gestiones sobre el entorno de la empleada asaltada y tras el visionado de las cámaras de seguridad del local, se obtuvieron indicios y contradicciones en las declaraciones, que determinaron que podría tratarse de una simulación de delito con la finalidad de obtener la recaudación. Finalmente se averiguó que la empleada había facilitado datos a los asaltantes sobre el modo y el día para realizar el robo.