A pesar de que el personal sanitario temía un colapso en el servicio de Urgencias del hospital Miguel Servet como consecuencia del cierre, el pasado viernes, de una sala de observación, la situación ayer no registró excesivos problemas.

Profesionales con los que contactó este diario advirtieron de que, pese a la "inesperada" decisión del Salud, habían podido solventar la situación y que el servicio no se colapsó.

En todo caso, el personal advierte de que los próximos días seguirán siendo clave para determinar el alcance del cierre, sobre todo, el lunes cuando la afluencia a Urgencias suele ser mucho más elevada que durante el fin de semana.

Además, el colapso sufrido en los últimos días incrementa la inseguridad de los profesionales, que aseguran sentirse "hartos" de los "constantes" episodios de saturación acaecidos en los últimos meses.

El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, desligó el pasado jueves en las Cortes el colapso de estos días con la puesta en marcha del plan de choque destinado a acabar con la lista de espera quirúrgica más amplia de la historia.